El Farero no está

«El Farero no está». Con este título tan preocupante para algunos y tan curioso y ocurrente para otros, os vamos a hablar de un restaurante. Sí, habéis leído bien, un restaurante que se encuentra en Porís de Abona, municipio de Arico, isla de Tenerife.

Una célebre cita del escritor francés Albert Camus decora el interior del restaurante

De camino al “faro de Punta Abona”, conocido entre los lugareños como “Porís de Abona”, se encuentra este famoso restaurante. Es un amplio local regentado por Isaac y Yanira, dos jóvenes emprendedores que han sabido ganarse una merecida reputación con sus creaciones culinarias.

En la carta hay alusiones a la vida de un farero y sus antojos culinarios

Isaac y Yanira llevan al frente de este negocio casi dos años, tiempo suficiente para consagrarse como un referente entre los locales de restauración de la zona. Y prueba de ello, son las valoraciones positivas de los que lo visitan.

La decoración es muy marinera
Cartel del local visto desde el interior
Pizarra en la que se anotan los platos que nos ofrecen fuera de carta

El local se encuentra a dos kilómetros del faro por lo que tras avituallaros, os recomendamos que os acerquéis a verlo o bien lo hagáis a la inversa, primero ver el faro y luego reponer fuerzas.

Tarjeta del restaurante con la imagen del faro real

Así termina una jornada maravillosa, en la que tras visitar uno de los siete faros que hay en la isla, hemos disfrutado de una buena comida en un lugar en el que el trato es exquisito y los platos más aún. Y no podemos olvidarnos del original y ocurrente nombre del restaurante «El farero no está».

Oro parece, faro no es

Detrás de este título tan curioso, se esconde la historia de un faro que no es tal, aunque de lejos pueda dar el pego. Bueno, sólo de lejos porque al acercarte ves claramente que no lo es. No sabemos si tiene luz de noche. Lo comprobaremos en otra ocasión.

Un detalle que lo diferencia del resto de los faros es que no tiene veleta

Recientemente, tras una visita a la ciudad de Gijón, llegamos a la playa de San Lorenzo para rememorar viejos tiempos. Una vez allí, miramos a la izquierda y vimos el cerro de Santa Catalina, presidido por la iglesia de San Pedro y el “Elogio del Horizonte”, un monumento de Chillida. Luego, nuestra vista se dirigió hacia la derecha y allí vimos la linterna de un faro. ¡Qué raro!, ¿un faro en la playa de San Lorenzo?

Durante unos segundos pensamos: Si el único faro que tiene Gijón -Xixón- se encuentra en el cabo Torres… ¿han construido otro en este extremo de la bahía?

El supuesto faro está situado sobre un restaurante

Sin casi tiempo para pensar en nuestra propia respuesta, nos encaminamos hacia la desembocadura del río Piles y conforme nos vamos acercando a lo que parecía un faro descubrimos que no lo es. Seguimos caminando unos metros más, pero no conseguimos saber a qué edificación corresponde esa construcción.

Cartel del restaurante «El faro del Piles»

Finalmente, antes de alcanzar la escalera 17 del Muro de San Lorenzo, vimos claramente que la “supuesta” linterna se erige sobre un techo de tejas. En ese momento, creíamos que se trataba de un chalet, pero no era así… unas decenas de metros más y nos topamos con un cartel que pone: “El faro del Piles. Restaurante- Marisquería”.

Vista completa del restaurante con su torre

Huelga decir que aunque ya habíamos comido, entramos al restaurante para tomar algo y disfrutar de las maravillosas vistas que nos ofrecía su peculiar ubicación.