Noche de Halloween

Un año más desde este blog losfarosdelmundo.com nos sumamos a esta celebración, Halloween. Lo hacemos porque allá por 2015 migramos todas las entradas a este dominio y casualmente fue un 31 de octubre. Y como algunos faros se prestan a ser decorados por Halloween, pues ya tenemos la excusa perfecta para realizar un homenaje a esta fecha. Disfrutad.

Queremos agradecerle a nuestra amiga @Maite_efese las molestias que se ha tomado en confeccionar un fotomontaje para felicitarnos por nuestros ocho años con este dominio; para ello ha escogido como fondo el faro de Cabo de Palos.

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@Maite_efese nos ha obsequiado con este fotomontaje del faro de Cabo de Palos
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Curiosa composición con un faro real y la silueta de una bruja
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Un conjuro que esperamos que se cumpla.

-FELIZ HALLOWEEN-

Información sobre los faros en el mes de abril (2ª parte)

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Abril

-1868 siguiendo una recomendación de los ingenieros escoceses, David y Thomas Stevenson, de la -Scottish Lighthouse Board- Junta de Faros escocesa, Richard Henry Brunton es nombrado ingeniero jefe del Departamento de los faros del Gobierno japonés.

-1868 fallece John Terry, torrero de “Sand Point lighthouse”. Es sustituido por su esposa Mary Terry, quien encendió por primera vez el faro el 13 de mayo. Ella se hizo cargo del faro hasta 1886, fecha en la que murió calcinada en un incendio que se produjo en el faro. Éste se encuentra situado en la entrada del puerto de Escanaba, Lillte Bay de Noc, lago Míchigan, Escanaba, condado de Delta, estado de Míchigan (Estados Unidos).

-1887 finaliza la construcción del “faro Río Negro” erigido bajo la supervisión del comandante de Cuadrilla de Río Negro, Martín Rivadivia. Se trata de una torre cilíndrica con una garita en la parte superior y una casa habitación hexagonal abajo para alojar a los torreros. El faro se halla en las proximidades de la desembocadura del río Negro, paraje La Boca, municipio de Viedma, provincia de Río Negro (Argentina). Se inaugurará el 25 de mayo de este mismo año.

-1891 la -Lighthouse Board- Junta de Faros, cede ante la reiterada petición [por parte de las siete compañías navieras de Portland] y decide que se establezca un faro de 5.º orden en Spring Point Ledge. Así, se construye cuatro años después, “Spring Point Ledge lighthouse” en Spring Point Ledge, puerto de Portland, Portland, estado de Maine, región de Nueva Inglaterra (Estados Unidos).

Mi infancia en los faros por Juan Ángel Trillo (7ª parte)

Finalizan los relatos sobre los recuerdos fareros de Juan Ángel Trillo, uno de los hijos de Juan Trillo, farero en algunos de los faros del levante español. Hemos disfrutado de unas historias muy interesantes contadas por el propio autor de las mismas. Antes de dar paso a la segunda parte del quinto relato queremos agradecérselo, puesto que nos ha hecho partícipes de sus vivencias en los faros.

Semana Santa (años 60) Fin

Los hombres desolados regresan al faro y las complicaciones no acaban con la pérdida del barco sino que aumentan porque se estropea el rectificador del grupo electrógeno. El faro tiene luz, pero solo para uso doméstico mientras que el faro utiliza acetileno como combustible. La radio que tiene el faro es un modelo muy antiguo, concretamente de la guerra de Corea (años 50) reciclada de un tanque americano. Funciona con corriente continua, pero al estropearse el rectificador no hay nada que hacer. Por suerte, entre los enseres rescatados del buque naufragado esa misma mañana estaban las baterías. El farero las utiliza para mandar un S. O. S. hasta que se agotan las mismas. No obtiene respuesta alguna. En vista de que no se puede hacer nada y de que el temporal no amaina, todos los hombres intentan afrontar la espera de la mejor forma posible. A causa de ese temporal, las barcas de pesca que solían faenar por la zona no salen, así que no pueden evacuar a los náufragos. Todo iba bien hasta que se agota el tabaco. Y eso era un gran problema para los fumadores (todos menos yo). ¡Vamos que casi tenían síndrome de abstinencia!

Por otra parte, no faltaban provisiones. El faro disponía de unos frigoríficos de gas butano, por lo tanto teníamos pollo, huevos,  pescado y verduras. Hasta vino teníamos, que tomábamos “prestado” del farero titular que tenía una buena provisión. Y hasta conseguimos cazar un conejo con el filat. (Cosa nada fácil porque el filat, está pensado para cazar pájaros).

Unos días después, coincidiendo con el paso del barco -Correo- que navega desde Mallorca a Castellón, el farero con la ayuda del resto de personas enciende una hoguera con ramas, trapos y alquitrán y uno sube a la torre del faro con una antorcha hecha con una escoba impregnada de alquitrán. La tripulación del barco los ve, pero no se detienen. Este hecho posteriormente se traducirá en una denuncia por omisión del deber de socorro. Según ellos, pensaron que los estábamos saludando.

Unos días después (no recuerdo cuantos) el temporal bajó y llegaron las barcas de pesca, pero no se acercaron a la isla del faro. Así que los náufragos, desesperados, cogieron un pequeño bote que tenía el farero titular y que no ofrecía ninguna garantía, se hicieron a la mar y remaron hasta una barca que estaba cerca de una isla próxima.

Ya nos quedamos solos otra vez, pero aprovechamos muy bien lo que nos dejaron: Con las cañas de pescar (de fibra de vidrio, una modernidad para la época). Agustín se levantaba al amanecer (o antes no sé) y para las 10 ya tenía una gran fuente de pescado frito y si había suerte, calamares. Por cierto, era un maestro de la cocina marinera y con ese pescado hacía un “arròs a banda” que pasados casi 50 años aún no se me ha olvidado.

Con las colchonetas, después de comer, las poníamos en el suelo del patio en la parte soleada y nos dedicábamos a sestear, leer, contar historias de la guerra, de la mili o personales. ¡El paraíso! No recuerdo cuantos días pasaron hasta que por fin, el barco del servicio pudo venir a hacer el relevo. ¡Pero yo no tenía ninguna prisa!

«Desde el faro a la piel» por Irene

Os presentamos a Irene, una enamorada del mar, de los faros y por supuesto de los tatuajes. A continuación, nos explica el sentido que tienen para ella los tatuajes que lleva y el valor que les da. Os aseguramos que la historia nos gusta tanto como sus tatuajes.

Siempre he tenido claro que a pesar de haber nacido en el interior/centro de la península yo he sido de mar. Así que, en 2014 me tatué el ancla porque además de ser un símbolo que me identifica mucho, el significado de echar el ancla o anclarse a buen puerto es algo que siempre le busco paralelo en mi vida. El ancla me lo tatué junto al siete después de vivir en Campos, Mallorca. Y haber tenido más contacto con el mar a través de navegar en el “Cohoe” (un barco que tenían mis jefes).

El faro siempre ha sido mi seudónimo (Desde el faro). Para mí significó un antes y después cuando me fui a vivir a Gandía. No tiene faro propio, pero me refugiaba mucho en el faro verde del puerto. Y ahí nació «Desde el faro».

Es algo que siempre he querido tatuarme. Pero tenía que encontrar EL FARO. Después de haber visitado bastantes, le pedí a mi hermano Arturo que me diseñase uno y mi regalo fue encontrarme esos dos pájaros que como bien me dijo él son: mi tía y mi abuela que volaron hacia algún lugar. La semana pasada mi madrina me dijo que me regalaba hacerme el tatuaje. Y no dudé en hacérmelo. A su vez, me tatué un corazón abrazando una ola. Hace un año se lo hicieron mis amigas de la universidad, que por entonces nos conocían como “Las OlasS” y yo todavía faltaba por plasmarlo en la piel. Este tatuaje -Engloba la amistad, y el amor hacia ellas y hacia el mar-. No podía no hacérmelo.

Irene luce orgullosa su corazón abrazando la ola y nos muestra su colgante a juego,
El ancla y el número 7 tatuados en uno de sus brazos.

Muchas gracias, Irene.

«100 faros para marcar tus lecturas» por Obsequia Regalos Inusuales

Hoy os mostramos algunos de los diseños de los faros que ya han realizado nuestros amigos de Obsequia Regalos Inusuales. En concreto, han alcanzado la cifra de 100 diseños de faros.

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Estos amigos, que no se dedican exclusivamente a los faros, empezaron hace casi ocho años diseñando el faro de Cabo de Palos para regalarlo en una boda, como uno de los presentes con los que obsequiaron a los invitados. Posteriormente, se animaron a realizar los faros que tenemos en Cartagena. Y de ese momento hasta ahora, tan solo han pasado años y muchos diseños. Nos cuentan que diseñan los faros cuando disponen de tiempo, por lo que tendremos que esperar para que estén todos los que hay en España. No tenemos prisa porque como os hemos comentado anteriormente ellos se dedican a otros eventos.

Nosotros y por ende vosotros nos hemos beneficiado de sus múltiples diseños, ya que desde que iniciamos los concursos, nuestros amigos de Obsequia Regalos Inusuales han colaborado cediéndonos sus diseños y aportando ideas que se han transformado en regalos (marcapáginas, láminas, calendarios, chapas, imanes, llaveros, etc.).

El reconocimiento a su fantástica labor por los faros llegó cuando el Musée du Marque-Page, en febrero de 2019, incluyó algunas de sus series de marcapáginas en la colección del museo.

https://www.losfarosdelmundo.com/le-musee-du-marque-page-y-obsequia-regalos-inusuales/

Os recomendamos que veáis todas sus creaciones en Instagram, como os hemos dicho no solo hay faros, y si os animáis a encargarle algún modelo de faro que no hayan diseñado nos beneficiaremos todos.

Instagram:         @obsequia_regalos_inusuales

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Casi todos estos modelos de faros ya se han trasladado al papel y los estamos disfrutando en nuestras lecturas. Muchas gracias.

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Los diseños son únicos e irrepetibles, por eso os animamos a que veáis lo que hacen y si os gusta, pues no dudéis en encargárselo.

«Poemas a la luz del faro» por Perfecto Herrera Ramos

El sábado pasado, día 15 de octubre, el poeta Perfecto Herrera Ramos realizó una lectura de sus poemas en el patio del “faro de Mesa Roldán”. Para aquellos que no conozcáis a Perfecto, os diremos que este poeta ha escrito cinco libros.

  • Los esteros de las mareas
  • Cuatro Poetas
  • Luz vibrante en mar que riela
  • El sauz de los desvelos
  • Cuando pase el tiempo

Esta lectura se llevó a cabo dentro de los “XI Encuentros de las Artes y de las Letras del Mediterráneo”, una plataforma cultural donde Almería se conforma como punto de unión de los diferentes movimientos literarios y artísticos.

En esta ocasión, el faro de Mesa Roldán ha sido el punto elegido para llevar a cabo la lectura de los poemas. Un lugar icónico para la cultura, gracias sobre todo al impulso que le ha dado su farero, Mario Sanz Cruz, desde hace tres décadas. Por desgracia, no pudimos asistir a la lectura de los poemas, pero el propio Mario nos ha proporcionado estas fotografías que ilustran el evento. Como siempre, muy agradecidos.

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Presentación del poeta Perfecto Herrera Ramos
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Lectura de los poemas de Perfecto Herrera Ramos

Felicitar una vez más a Mario por su implicación en todos los ámbitos culturales y por hacer que “su” faro siga siendo un referente cultural en nuestro país. Nos atrevemos a decir que es el único faro que acoge estas actividades.

Mi infancia en los faros por Juan Ángel Trillo (6ª parte)

Este es el último de los relatos sobre los recuerdos fareros de Juan Ángel Trillo, uno de los hijos de Juan Trillo, farero en algunos de los faros del levante español. Con la quinta historia sobre su infancia en un faro, nos trasladamos de nuevo al faro de Columbretes.

Juan Ángel nos contextualiza sus recuerdos para que nos sea más fácil entender el trabajo de su padre: sus horarios, tareas, etc. y por ende, del resto de fareros. Preparaos para saber qué le ocurrió…

En aquel momento los turnos se realizan de la siguiente forma: un mes en el faro, un mes en casa. Esto no afecta a los suplentes, porque para eso había dos fareros y dos ordenanzas destinados en el faro de Columbretes y entre ellos cubrían el servicio, pero las vacaciones y permisos si las cubría el suplente. Un año (1967) el técnico que estaba de turno pidió 10 días de permiso en Semana Santa. Y le corresponde ir a mi padre a cubrir las vacaciones.

Semana Santa (años 60)

Mandan a Juan Trillo a cubrir una suplencia al faro de Columbretes y decide ir a acompañado de su hijo Juan Ángel.

Apenas llevan una semana en la isla cuando una mañana llega un pequeño velero de madera con dos tripulantes. Éstos echan el ancla y bajan a tierra, se presentan a los fareros; les explican que es el viaje inaugural y que el barquito aún no tiene todos los papeles, pero como son de Madrid y no les quedan muchos días para volver, han decidido venir de todos modos. Pasan el día en la isla y al anochecer vuelven al barco.

En el faro de Columbretes se encuentran en ese momento: el farero y un ordenanza que se llama Agustín Albiol (un pescador que conoce muy bien la zona). Los tripulantes le preguntan a Agustín qué dónde pueden anclar el velero para pasar la noche y éste les explica que dentro de la bahía hay una zona de fondo pedregoso y otra de fondo arenoso y que deben fondear en la parte pedregosa. Como los tripulantes no son capaces de entender las instrucciones verbales y ya está bastante oscuro, quedan de acuerdo en que volverían al barco y Agustín con una linterna iluminaria el lugar adecuado. Y eso hacen…

Alrededor de la 1 de la mañana, el farero y el ordenanza se sorprenden ante la insistencia de golpes en la puerta del faro. Se trata de los propietarios de la embarcación (los dos madrileños). Tras secarse y ponerse la ropa que le prestan tanto el farero como su ayudante, y curarse las pequeñas heridas que tenían, los dos hombres cuentan lo que les ha ocurrido: «unas horas después de echar el ancla, se levantó mar y pensaron que el lugar donde estaban no era seguro, así que buscaron otro sitio donde el mar no diera tan fuerte, pero por desgracia, el fondo era arenoso y el ancla se soltó y el barco acabó colisionando con las rocas».

El temporal siguió toda la noche y cuando amaneció todos los hombres fueron al lugar donde había encallado la embarcación. El resultado era sorprendente. Las fuertes olas habían desplazado el barco dejándolo encajado sobre una roca a unos dos metros de altura. Era una zona de difícil acceso y los fareros vuelven al faro a por cuerdas para descender. Tras bajar a la roca, descubren el estado en el que se encuentra el barco. Sólo tiene una vía en el casco. Deciden coger los utensilios que quedan sin dañar, tales como: cañas de pescar, baterías, el barómetro, unas colchonetas, un tomavistas, etc. y emprenden el camino de regreso al faro para pedir ayuda por radio. Debo confesar que este episodio no lo recuerdo muy bien, porque cuando llegamos me recosté sobre una roca… y me dormí. (Que quieres, solo tenía 10 años y nos habíamos acostado muy tarde).

Después de comer, los tripulantes del velero acompañados por el farero y el ordenanza deciden volver al lugar donde se encuentra la embarcación. Conforme se van acercando por la abrupta costa divisan unos tablones  en medio de la bahía. Sus pensamientos más negativos se confirman al llegar al lugar dónde vieron por última vez el flamante barco de recreo. Todo lo que encuentran son tablones partidos, el mástil hecho añicos, etc.

Continuará…

Homenaje a Mari Carmen Martínez Alarcón

Hoy, 19 de octubre, se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Nos gustaría que esta enfermedad no tuviera señalado un día en el calendario, pero por desgracia no es así.

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Desde este blog queremos rendirle un homenaje póstumo a una gran mujer, Mari Carmen Martínez Alarcón. Ella nos dejó hace muy poco (falleció el pasado 3 de octubre), con tan solo 41 años cumplidos en junio. Luchó durante años con esta enfermedad, demostrando gran entereza hasta el final y esa actitud es la que hay que recordar de ella, entre otras cosas.

Nos cuenta Alexia, su prima, que a Mari Carmen le encantaban los faros como a ella. Ambas compartían su amor por el faro de Cabo de Palos. La familia cumpliendo su último deseo llevará sus cenizas al faro.

La propia Alexia la define como: una deportista, que siempre estaba sonriendo y haciendo tonterías. Era la alegría allá donde iba. Fortaleza, valentía y alegría son las palabras que mejor la describirían. Siempre la recordaremos con una sonrisa, y será nuestro faro, que nos iluminará, cuidará y guiará con su luz. Su familia, que nunca la olvidará, porque sigue brillando desde el cielo.

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Mari Carmen posando delante del faro de Cabo de Berbería -far de Cap de Barbaria-.
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Una foto icónica, Mari Carmen delante del faro de Cabo de Palos.
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Mari Carmen quiso dejar esta imagen para que la recordasemos siempre.

No conocí personalmente a Mari Carmen, pero desde luego que me hubiera gustado hacerlo porque viendo sus fotos se aprecia todo lo que nos ha contado Alexia sobre ella.

Hasta siempre Mari Carmen. ¡Que la luz de los faros te guíe en tu viaje!

15 de octubre efemérides sobre los faros (8ª parte)

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Octubre

Día 15

-15 de octubre de 2005 tras finalizar la restauración de “Anclote Key lighthouse”, se abre al público por primera vez el faro. Éste se encuentra en -Anclote Key- un cayo ubicado en la desembocadura del río Anclote, condado de Pinellas, estado de Florida (Estados Unidos).

-15 de octubre de 2006 tras su restauración, se vuelve a encender “Avery Point lighthouse”. El faro se halla en Avery Point Campus, Universidad de Connecticut, Groton, condado de New London, estado de Connecticut (Estados Unidos).

-15 de octubre de 2010 la -Latvijas Pasts- empresa estatal de servicios postales de Letonia, emite un sello con la imagen de “Užavas bāka”. Un faro que está situado en Užava, Ventspils rajons, parroquia de Užava, región de Kurzeme (Letonia). El valor facial del sello es de 98 lats.

-15 de octubre de 2019 una Comisión de la ciudad de St. Joseph se plantea si adquirir por 445.000 $, la antigua casa de los fareros de “St. Joseph Pier lighthouse”. El faro sobre el muelle muelle norte, entrada de St. Joseph River, St. Joseph, lago Míchigan, condado de Berrien, estado de Míchigan (Estados Unidos).

Mi infancia en los faros por Juan Ángel Trillo (5ª parte)

Los recuerdos de la infancia de Juan Ángel Trillo, uno de los hijos de Juan Trillo, {farero en algunos de los faros del levante español} nos parecieron muy interesantes y por ese motivo nos decidimos a compartirlos. Ésta es la segunda y última parte de la cuarta historia que nos contó sobre su infancia en un faro. En la anterior entrada, dejamos a nuestros amigos tras arribar a las islas Columbretes. Vamos a averiguar que le ocurría al faro de Columbretes.

Fallo en el faro de las islas Columbretes (II)

El faro funciona correctamente, simplemente había algo de neblina en la zona y como los de la isla no tenían nada que comunicar, tenían la radio apagada. Así que nos volvemos a casa, pero la mala suerte vuelve a cebarse con nosotros y ocurre lo que todos os estáis imaginando. Debido al exceso de horas de viaje el barco se queda sin combustible; pero no sólo eso, sino que algún marinero inexperto o por desidia olvidó rellenar el depósito secundario de gasoil y en su lugar vertió agua y creían que tenían más autonomía de la real, con el resultado de que el barco se paró sin más.

La buena suerte es que no se encontraban muy lejos de la costa de Castellón. Así que, en vista de que no pasaba ningún barco decidieron echar un bote al agua y llegar a tierra. El periplo no acaba ahí, puesto que los fareros y un marinero, tuvieron que remar durante casi tres horas hasta llegar al puerto de Castellón. Hay que decir que la mayor parte del tiempo remó el marinero; lo consideraba su responsabilidad y solo permitía el relevo a Ignacio, cuando éste insistía mucho. Aproximadamente arriban a las 4. a. m., desembarcan en el espigón más exterior del puerto y al llegar a tierra se encuentran con una pareja de guardias civiles que para su sorpresa no les comenta absolutamente nada. Regresan a Valencia en un taxi. El barco se quedó al pairo y el marinero fue a dar aviso de lo ocurrido.

Unos 40 años después, cuando ya vivía en el faro de Peñíscola, había hecho buena amistad con los guardamuelles de Benicarló y Peñíscola, porque la plaza del faro de Peñíscola comprendía los balizamientos de esos puertos y los guardamuelles me ayudaban en el mantenimiento de las balizas o me avisaban cuando no funcionaban, así que solíamos almorzar juntos o tomar café.

También hice amistad con su supervisor, aunque tenía su oficina en Burriana y cuando venía por la zona, solíamos tomar café todos juntos. El caso es que cuando se iba a jubilar, invitó a los amigos de la zona, incluyéndome a mi, a comer en un bar del puerto de Peñíscola.

Después de comer, en la sobremesa, vino el  momento de los recuerdos y las anécdotas, también hubo tiempo para hablar de los fareros y sus rarezas y entonces dijo: “Yo en mi juventud era patrón de un remolcador en Gandía y en una ocasión, cuando estaba de cursillo en Barcelona, nos dijeron que teníamos que salir urgentemente hacia las islas Columbretes para llevar a unos fareros. Yo no podía ir, así que llamé al marinero que hacía de primer oficial para que fuera él”. Y contó esta misma historia, pero desde el punto de vista de la tripulación, con detalles técnicos que ahora no recuerdo.

Yo en ese momento no dije nada, aunque estaba muy asombrado por la coincidencia. Al final, cuando contaba el episodio del bote dijo:… Y yo le dije:

-“Agustín, pero hombre, ¿como se os ocurrió arriar el bote? ¿no podíais esperar a que os vinieran a buscar? 

-Y me contestó: Perque hi havien xiquets.”

Lo que no se esperaba es que yo exclamara: ¡Pues el niño era yo! Bueno, al menos uno de los dos niños.