Tenemos el honor de compartir con todos vosotros una de las maravillosas creaciones de Rafael Expósito Mosqueda, un buen constructor de barcos en botella.
Rafael también se dedica a la construcción de barcos a escala, pero su mayor pasión son las construcciones en botella. Desde Huelva, parten sus ingeniosas construcciones hacia el resto del planeta. Cayó en este mundillo de los barcos casi por casualidad. Tras una visita a la casa de su jefe, se interesó por unos modelos de barcos que aquel tenía. A partir de ese momento, empezó a confeccionar sus propios barcos. Es autodidacta al 100%. Su primer modelo fue un velero totalmente funcional. Lo personalizó hasta el más mínimo detalle: el timón se movía, se desplegaban las velas, el molinete del ancla funcionaba. Años después, confeccionó su primer barco en botella [afición en la que tan solo lleva 6 ó 7 años]. Desde entonces no ha parado de crear y ejecutar modelos, cada vez más complejos. De eso, hace ya más de 15 años.
Esa pasión por los barcos le ha llevado a crear una página web en la que además de mostrar sus avances y creaciones atiende desinteresadamente a todas las consultas que le hacen a diario. Rafael no tiene problemas para compartir sus secretos. De hecho, lo último que ha compartido ha sido un artilugio creado por él para que los modelistas puedan practicar los nudos de las velas antes de que introduzcan los barcos en las botellas.
Pertenece a varias asociaciones internacionales de modelistas y recientemente se han publicado dos de sus creaciones en una revista internacionale. En la revista francesa <ABB> Aux Bateux en Bouteilles [nº 177, 3.er trimestre de 2021] publicaron los modelos de las tres carabelas, mientras que en el número que sale mañana 1 de marzo se publicará precisamente este faro que se ilumina en el interior de una botella. El artículo se llama -Et le phare s’allume-.
En la actualidad, se encuentra realizando una réplica de la fragata de Nuestra Señora de las Mercedes (no exactamente, porque él a todos sus modelos les da su toque personal). Tras documentarse de forma concienzuda sobre cada barco, lo diseña desde la nada. Crea todos los elementos decorativos, desde las velas a los marineros, pasando por los cañones para lograr que su barcos sean lo más veraces posible. Así que como os podéis imaginar los resultados son sorprendentes.
Sin lugar a dudas, el diorama que os presentamos hoy os resultará conocido, puesto que Rafael nos mandó un vídeo y ganó nuestro concurso «Feliz Faro Nuevo».
Os recomendamos encarecidamente que le echéis un vistazo a su página y disfrutéis de unas auténticas obras de arte.
Un interruptor y una pila son los requisitos para que el faro pueda iluminarse.El faro consiste en un cilindro hueco con una luz LED intermitente en su parte superior.Orificio de la botella {para que os hagáis una idea de la dificultad de esta técnica}.El faro y los árboles ya están en su sitio… falta el barco.Tras introducir el mar le toca el turno al barco. Vemos como pasa por el cuello de la botella.Rafa ya ha encontrado un lugar para el nuevo diorama junto a sus otras creaciones.
Muchas gracias, Rafael por hacernos disfrutar con tus elaboradas creaciones. Esperamos seguir disfrutando de ellas durante muchísimo tiempo y no hace falta recordarte que en esta página tienes tu casa.
Hoy os traemos los faros del mundo dibujados por Mensegal Baz, una vasca enamorada de los viajes, de las acuarelas y apasionada de los faros. Dibuja desde que era pequeña de manera autodidacta, pero hace unos años se encontró con las acuarelas y se quedó prendada de esta técnica, que actualmente es la que dice, más disfrutar.
El «faro de Hólmsberg» en Keflavík, Islandia. Septiembre de 2020El «faro de Rubjerg Knude» en la isla de Vendsyssel-Thy, Dinamarca. Septiembre 2020.
Mense (@mense_art en redes sociales) intenta poner siempre como punto de recorrido innegociable en sus viajes por el mundo con su pareja, el mayor número de faros que puede, allá por donde viaja y los va coleccionando de manera figurada; tanto en fotografías como en acuarela. Y por supuesto, dice que si puede entrar y ascender hasta la linterna, nunca se lo pierde.
Una de las cosas de las que más orgullosa se siente a este respecto, es haber podido estar cerca y conocer tres faros de los denominados “faros del fin del mundo”, como son: la torre de Hércules de Galicia, el faro de Les Éclaireurs en Ushuaia (en la Patagonia argentina) y el faro de Andenes al norte de Noruega. Los tres los ha plasmado en sus acuarelas. El último, el de Andenes, lo pudo pintar en vivo y en directo en un viaje que hizo el año pasado en el que recorrió Noruega desde el punto más septentrional del país (Nordkapp o Cabo Norte) al más meridional (faro de Lindesnes). Asimismo, le dio tiempo a ilustrar en su cuaderno en tiempo real otros dos faros: el faro de Lista (al sur de Noruega) y el faro de Henningsvaer, ubicado en las famosas islas Lofoten.
Reconoce que no siempre tiene tiempo en sus viajes para poder pararse y sacar sus acuarelas como le gustaría, por lo que muchos otros faros, los pinta en su casa con referencias de sus viajes o de fotografías. Y, a veces, le ocurren situaciones cuanto menos curiosas, como pintar faros que no ha visitado, y que sin preverlo, luego llega a conocerlos de verdad, como le pasó con el faro del fin del mundo de Ushuaia o el extraño faro de Rubjerg Knude de Dinamarca, al que justamente ascendió a su torre, un año después de haberlo plasmado en su cuaderno. También nos confiesa que ha visitado y luego pintado faros de países tan lejanos como Nueva Zelanda u otros como Islandia o Sri Lanka, aunque reconoce que su sueño sería poder llegar a conocer todos los faros de la península ibérica.
La mayor parte de su trabajo lo difunde a través de Instagram, por lo que os dejamos su perfil para que podáis apoyar a esta artista y seguir sus pasos y sus acuarelas.
Instagram: @mense_art
Twitter: @mense_art
«Faro Les Éclarieurs» en la bahía de Ushauia, Argentina. Diciembre 2018«Faro de Waipapa» en South Island, Nueva Zelanda. Enero 2021«Faro de Lista» en Noruega. Septiembre 2021«Faro de Henningsvaer» en las Islas Lofoten, Noruega. Septiembre 2021«Faro de Andenes» en Andøya. Noruega. Septiembre 2021
Gracias, Mense. Seguiremos tus trabajos y cuando dibujes más faros cuéntanoslo para compartirlos.
Volvemos a estar en Carnaval, y aunque seguimos sin poder disfrutarlo al 100%, hacemos esta minientrada para recordaros que queremos que todo se normalice. No nos atrevemos a afirmar que el año que viene volveremos a tener un Carnaval como antaño, pero de momento vamos a celebrar éste como mejor podamos. Así que volvemos a desearos desde este blog Los Faros del Mundo un ¡Feliz Carnaval!
Cartel del carnaval de Pozuelo de Calatrava
Por otra parte, repetiros que ya es una tradición que el cartel del Carnaval de la ciudad de Chipiona incluya el “faro de Chipiona”. Esto se debe a una exigencia del Ilustrísimo Ayuntamiento de la localidad.
Cartel del Carnaval con el faro de Chipiona
Este año también hemos encontrado otro disfraz de faro. Así que lo compartimos para que tengáis otra idea original para vuestros disfraces.
Hemos conseguido más dibujos de faros de la aplicaciónColor by Number Oil Painting. Esta App mediante la cual se pueden colorear imágenes se puede usar en los teléfonos móviles o dispositivos electrónicos. Existen trece categorías diferentes de imágenes y una de ellas incluye faros. La aplicación es compatible con los dos sistemas operativos: Android e iOS.
Rotten IslandPortland Head lighthouse, Portland, Estados UnidosPigeon Point, Estados UnidosPunta Europa, Gibraltar, Reino UnidoPigeon Point light station, California, estados Unidos
Seguiremos compartiendo con vosotros estos dibujos de faros según vayan apareciendo en la aplicación. No desesperéis porque salen con poca frecuencia. Al mes quizás aparece uno o ninguno.
Recientemente he publicado mi último libro “Faros. Luces del Norte”. Es una obra que recoge a través de imágenes y breves textos la personalidad de los faros del norte de España.
Pero ¿qué entendemos actualmente por -faro-?
Sería una señal luminosa permanente situada en un promontorio y que en la oscuridad o mala visibilidad señala una situación o un peligro. Sin embargo, debemos de hacer una previa diferenciación entre faros y balizas.
Faros: su luz es blanca con intermitencias y suelen superar las 14 millas llegando hasta las 70 millas.
Balizas: de estructura generalmente mucho más sencilla, suelen ser de luz fija y de un alcance mucho menor. En ocasiones las balizas alcanzan categoría de faro y viceversa. Cuando marcan la entrada a puertos su luz es verde (estribor) y roja (babor).
Dentro de los faros, la clasificación tradicional se basa en seis órdenes:
1.er orden: los de más potencia e intensidad. Se encuentran en lugares que dominan gran cantidad de kilómetros de costa. Su alcance oscila entre las 30 y 70 millas.
2.º, 3.er y 4.º orden: referencia para la navegación de cabotaje y avisan de la cercanía de escollos, islas o bajos.
5.º y 6.º orden: suelen marcar la entrada de una ría o un puerto.
Actualmente esta clasificación se ha visto muy afectada debido a los numerosos avances técnicos en iluminación.
Además de la diferencia por los órdenes tradicionales, los faros según su estructura tienen formas muy diversas. Normalmente constan de tres partes fundamentales más, en ocasiones casa del farero:
Base
Fuste
Linterna
Casa del Farero
BASE
Si no arranca directamente de la tierra éstas pueden ser muy variadas:
Un simple pedestal de hormigón: Lastres, Cabo de Ajo, Cabo Ortegal o Punta Roncadoira.
Arrancando del interior de la casa del farero: Ribadeo, Touriñan, Cabo Mayor.
Sobre primitivas estructuras: Castro Urdiales.
FUSTE
Troncocónica: es la forma más tradicional y que mas identificamos con los faros. Además, suelen ser los faros más antiguos: Isla de Mouro o Castro Urdiales.
Troncopiramidales: la planta está formada por un polígono de cuatro, seis u ocho caras: Cabo Vilan, Cabo Torres, Silleiro, Salvora, Oms, etc.
Prismáticos de sección cuadrada: la planta forma un cuadrado y aquí encontramos el faro más antiguo de España: la Torre de Hércules, Luarca, o Cabo Higuer.
Cilíndricos: suelen corresponder a faros modernos, construidos sobre los años 80 y 90 del pasado siglo, en hormigón y respondiendo a una tipología muy similar con uno o dos balconcillos en su parte alta. (Muchos se construyen junto al primitivo faro sustituyéndolo): Cabo Ortegal, San Cibrao, Cabo de Ajo, Lastres, San Agustín, etc.
Diseños modernos muy variados: son los últimos faros construidos ya a finales del siglo pasado y comienzos de éste; en materiales muy dispares como: Punta Nariga, inaugurado en 1998, construido con rocas graníticas de diferentes tonos; el de Frouxeira, construido en 1992, con hormigón y con una extrañísima forma muy vanguardista e innovadora; o el faro de Gorliz, inaugurado en 1991, con una alta torre poligonal adherida a otra pequeña cilíndrica.
LINTERNA
Ocupa la parte superior del fuste y es el corazón del faro. Albergan la óptica del faro. Estas ópticas pueden ser fijas o giratorias, sobre una base de mercurio y estar accionadas por una maquinaria de relojería o un motor eléctrico. Normalmente llevan lentes dióptricas y catadióptricas.
Las más espectaculares, en las que el farero puede entrar en su interior, corresponden a los faros de 1.er orden como: el de Torres, Estaca de Bares o Machichaco.
Habitualmente la linterna se cubre con una cúpula que termina en una veleta con la fecha de construcción del faro y un pararrayos. Algunos faros tienen una linterna aérea, para que sirva de referencia a los aviones. En este caso, su cúpula está recubierta de cristales dándole un aspecto muy atractivo: Cabo Vidio, Punta Nariga o Gorliz.
CASA DEL FARERO
Son muy variadas y sólo existen en los más antiguos. Suelen estar adosadas al fuste del faro o sirviendo de base. Pueden ser circulares como: la de Cabo Mayor; cuadradas o rectangulares como: Cabo Higuer, Zumaia o Cabo Torres; o en forma de U: Silleiro, Sálvora o Cabo Peñas.
Además, el tamaño varia mucho dependiendo del número de fareros que se necesitase, siendo los de 1.er orden las más grandes con dos o tres plantas.
Antecedentes de Faros. Luces del Norte
Antes de la realización de este libro trabajé en otros proyectos que me fueron acercando cada vez más al mundo de los faros como:
La Costa Asturiana: El litoral mágico. 2002
Villas Marineras. 2014
Luz de Tormenta. 2016
El ámbito geográfico del libro lo define el propio titulo: Luces del norte. Recoge los faros mas interesantes del Atlántico norte peninsular, es decir, desde Biarritz hasta Baiona.
El libro se divide en 4 capítulos:
Galicia: 20 faros
Asturias: 14 faros
Cantabria: 7 faros
País Vasco: 9 faros
¿Qué encontraremos en este libro?
FOTOGRAFÍAS. Es un libro eminentemente fotográfico que buscan captar la personalidad y la unión de los faros con el paisaje natural. Hay muchos libros sobre faros, pero pocos sobre FOTOGRAFIAS DE FAROS.
Son imágenes realizadas en atardeceres, amaneceres, temporales, nieblas, tormentas o imágenes intimistas que describen su personalidad. Para mí, los faros no son simples construcciones humanas son el último vinculo entre hombre y naturaleza. Un intento por dominar las fuerzas de la naturaleza se ha convertido en una unión con ésta como en ninguna otra construcción humana.
Como cita Manuel Rivas al inicio del libro: los faros pertenecen a un orden especial de la naturaleza… Los faros son seres vivos. Más que formar parte del paisaje, lo crean.
TEXTOS. Además, cada faro lleva una pequeña descripción en la que figuran sus características básicas como: el alcance, altura sobre tierra y sobre el mar, una breve reseña histórica y alguna anécdota o singularidad.
Al principio del libro como no podía ser de otra manera hago dos interesantes introducciones: una sobre los faros en general y otra sobre los fareros.
Todas las fotografías son del libro Faros. Luces del Norte
Edgar Max, Bill el Largo, nos ha enviado una fotografía de su ejemplar y la hemos incluido en esta galeria. Gracias.
Os presentamos la segunda parte de la historia del “faro del Cabo Vilán”, de la mano de José María Rodríguez.
Detalle de la lente
LA ELECTRICIDAD, UNA REVOLUCIÓN
El 15 de enero de 1896 se inauguró el faro eléctrico de Cabo Vilán, el primer faro eléctrico instalado en España. La inexistencia de electricidad comercial y la inviabilidad de la construcción de una minicentral hidroeléctrica en algún rio próximo, obligaban a producir la electricidad en el propio faro, lo que implicaba una tecnología novedosa y compleja, muy distinta de lo acostumbrado en los faros de la época. El espacio necesario para esta instalación sumado al carácter de faro de primer orden requería un edificio de dimensiones y características muy diferentes de la austeridad habitual de los faros decimonónicos.
Para producir la electricidad eran necesario disponer de aljibe, carbonera, caldera, depósito de agua, bombas de alimentación, máquina de vapor, magnetos y la fuente de luz, que era una lámpara de arco voltaico entre electrodos de carbón; todo ello muy distinto de las lámparas de aceite y petróleo al uso en el resto de los faros españoles. El espacio necesario para la maquinaria, talleres, almacenes, viviendas y demás dependencias necesarias en cualquier faro ocasionó la construcción de dos edificios en la explanada, uno para toda la maquinaria, con el aljibe subterráneo, y otro para talleres, almacenes y viviendas.
El sistema consistía en transmitir el movimiento de las máquinas de vapor a las magnetos para generar la corriente eléctrica y conducirla hasta la lámpara de arco voltaico. La operación correcta y el mantenimiento de toda la maquinaria requería conocimientos técnicos muy superiores a los comunes de los torreros de la época. El exigente manejo del faro ocasionó que se redactara un reglamento específico para el servicio que detallaba todas las operaciones necesarias para el funcionamiento del faro y la forma en que debían realizarse.
La vigilancia de la luz era continua porque la eficacia del faro dependía del centrado de la chispa luminosa en el foco de la óptica, mucho más en el caso de una pequeña chispa eléctrica que en faros ordinarios con lámpara de llama viva. Los electrodos de carbón se consumían muy rápido por lo que mientras permaneciera la luz encendida el centrado debía comprobarse casi continuamente. La excesiva incandescencia que se obtenía obligaba a cambiar la lámpara por la de reserva cada veinte minutos. El sistema permitía elegir entre cuatro intensidades diferentes de luz en función de la transparencia atmosférica que debía vigilarse cada media hora. Cada cambio de intensidad implicaba el cambio de los electrodos de carbón por los de calibre adecuado a la nueva intensidad a utilizar. También era necesario operar a la vez la maquinaria de producción eléctrica por lo que el turno debía ser siempre al menos de dos personas, una en la linterna y otra en la sala de máquinas. Todo ello obligó a dotar al faro de una plantilla de ocho torreros. La Dirección General de Obras Públicas buscó voluntarios con los conocimientos adecuados por todos los faros del país.
La óptica que albergaba la lámpara tenía 16 lentes para dar grupos de dos destellos con un periodo de veinte segundos y con 40 millas de alcance, mientras que el mecanismo de giro daba una vuelta completa en dos minutos y medio. El conjunto se alojaba en una gran linterna de cristales curvos y montantes verticales colocada sobre la torre de piedra de 24 metros de altura que elevaba la luz a 104 metros sobre el nivel del mar.
Tras la novedad de su inauguración, el faro siguió las vicisitudes habituales de cualquier faro, es decir, modernizaciones periódicas permanentes. En 1922–1924 se cambió el sistema de arco voltaico por lámparas de incandescencia, se instaló un sistema de giro sobre flotador de mercurio, se introdujo la energía eléctrica de red comercial y grupos electrógenos diésel de reserva. La supresión del sistema de producción eléctrica permitió demoler el edificio de maquinaria y liberar la explanada de acceso. También se instaló un radiofaro que emitía en cadena con los de Finisterre y Silleiro. En 1962–1964 se cambió la linterna original por una linterna aeromarítima y la óptica de 1896 por una óptica con paneles aéreos, se instalaron lámparas de 3.000 vatios, nuevos grupos electrógenos de reserva y se instaló una sirena de niebla de vibradores electromagnéticos. Más recientemente se sustituyó la lámpara, se instaló una baliza RACON y se sustituyó el radiofaro por una estación correccional de tecnología satelitaria.
La ubicación en tan complicada y peligrosa costa ha hecho al faro de Cabo Vilán ser testigo de muchos de los naufragios que, desgraciadamente, caracterizan A Costa da Morte; entre otros, el ya citado Serpent, Irish Hull, Tumbridge, Tinacria, Brigneti, Seebold, Ciampa, Cabo Verde, Avon Blancy, Black Arrow, Nord Atlantic, Olimpye, Banora, etc. que marcan para siempre la historia de este faro. Además, y en ambas Guerras Mundiales, esta costa fue testigo de las escaramuzas navales entre los contendientes, sucediéndose multitud de hundimientos por submarinos, como el del Actaeon, mercante norteamericano hundido por un sumergible alemán en 1917 y parte de cuyos náufragos arribaron al faro tras una peripecia de once días de supervivencia en el mar.
Las lámparas que hacen posible que la lente del faro se ilumine
Fabulosa perspectiva de la linterna y la lente
Cúpula de la linterna y torre del faro
Dejamos atrás la imponente torre del faro
Muchas gracias, José María, por compartir esta interesante información.
Os presentamos la décima y última entrega de Las Luces del Largo, una serie de “reseñas” realizadas por Edgar Max, dibujante y creador de Bill el Largo (de ahí el título). Edgar escogió algunos de los muchos libros que ha leído sobre faros y nos los ha comentado durante diez semanas desde una perspectiva muy singular, dándoles un toque muy genuino. Muchas gracias por compartir tus lecturas con todos nosotros.
Edgar se ha quedado corto al describir la calidad de las imágenes
10.- FINITERRAES. Los faros de Galicia
(Xulio Villarino)
Última reseña de este invierno de luces.
No sé dónde -ni cuándo- estáis leyendo esto, pero por aquí, -por estas costas-, llevo ya manga corta y las horas de sol se alargan. Llega el momento, casi, de desempolvar viejos mapas y trazar rutas, de planear viajes a faros perdidos y desenterrar tesoros. Ya no habrá más rolletes pseudo-literarios los viernes al alba a vueltas con los faros. Pero antes del último trago, os dejo por aquí un libro que hará las delicias de los que buscáis horizontes espectaculares y puestas de sol de leyenda. Muchos otros quedan fuera, para otro invierno, pero éste contiene unos faros muy especiales para mí y debe estar en la lista.
Son los faros de Galicia. Tal cual. De Isla Pancha a Cabo Silleiro. Tanto si los habéis visitado y conocéis al dedillo como si no, las fotos del libro son tan chulas que merece la pena atesorarlo y perderte en sus paisajes; roquedales escarpados, oleajes salvajes y brumas que te calan hasta los huesos van desfilando ante nuestros ojos… Y ellos, claro, los monolitos erigidos por el hombre en esos lindes del continente, allí donde el sol se pone y los monstruos de los mapas acechan con las fauces abiertas. Un catálogo de viejos amigos retratados con cariño y pericia por Xulio que merece una banda sonora de melodías prohibidas tocadas con gaitas prohibidas. Aunque debo tener como 7000 fotografías tomadas por mí mismo de esos mismos faros, ninguna se puede comparar a sus majestuosas tomas, así que odio profundamente al autor por eso. Lo compré en una librería de Santiago -el libro, no el autor-, justo antes de meterme en una tasca donde… Bueno, siento que eso ya es otra historia.
No me extiendo más porque algún día, espero, visitaremos juntos muchos de esos faros, hasta Finisterre. Y es que allí donde terminan las rutas jacobeas llegó a su fin también el viaje de FDT y si me decís que es muy poco formal meter publicidad de tu propia obra en una “reseña”, os diré que en esta tasca virtual todo va de la mano: piratería y literatura, faros y naufragios, cómics y leyendas.
Gracias por leer.
¡Salud!
Portada del ejemplar de Egar Max en el que nos ha hecho un guiño con el calendario de Obsequia Regalos Inusuales que le regalamos.
Otro año más, desde este blog Los Faros del Mundo os deseamos un “feliz día de San Valentín”. Hoy, los enamorados celebran su amor, y nosotros que somos uno fanáticos de los faros, también queremos reivindicar la pasión que tenemos hacia estas fabulosas construcciones que nos hechizan.
Desde «Cape Saint George lighthouse» nos felicitan por San Valentín
La semana pasada os presentamos las acuarelas que Nika había dibujado de algunos faros mientras realizaba la ruta de Camí de Cavalls en la isla de Menorca. Hoy os traemos faros de toda la península ibérica y de la costa de África.
Nika suele dibujar todos los paisajes, monumentos y edificaciones que encuentra a su paso, y los faros no pasan desapercibidos para ella, y eso nos complace muchísimo.
Si queréis ver todos los dibujos que ha hecho no dudéis en visitar:
A continuación, os presentamos la historia del “faro del Cabo Vilán”; un faro del que se sabe relativamente poco porque las fuentes en internet sólo aportan datos confusos. José María Rodríguez nos avisó del error que cometimos al publicar una efeméride y nos comentó que se había documentado sobre la verdadera historia del faro…
Panorámica del faro de Cabo Vilán
EL FARO DE CABO VILÁN
En plena Costa da Morte, en el municipio de Camariñas, provincia de A Coruña, se encuentra el Cabo Vilán. Este paraje acumula características que le hacen un lugar particularmente atractivo; está ampliamente recomendado en todo tipo de guías turísticas y de viaje y recibe gran cantidad de visitantes que llegan allí llevados por distinto interés, desde amantes de la naturaleza hasta radioaficionados, pasando por aficionados a los paisajes marinos, senderistas, fotógrafos, aficionados a los faros y cualquier otro tipo de viajeros y turistas en cualquier fecha del año. La razón para ello es que el cabo es un verdadero prodigio natural, que ya en 1933 había sido declarado Sitio Natural de Interés Nacional. A este innegable atractivo, hay que sumar que en el Cabo Vilán se ubica uno de los faros más significados de España, como primer faro eléctrico del país y porque su espectacularidad y peculiares características constructivas le han convertido en un verdadero emblema de la Costa da Morte. Hoy repasamos su historia.
Los 24 metros de altura de la torre octogonal parecen muchos más desde abajo
EL PRIMER FARO
Este promontorio rocoso se adentra en el mar cerrando por el norte la ría de Camariñas, que está cerrada por el sur por la Punta de la Barca en Muxía. La ría siempre tuvo importancia comercial y pesquera, y a mediados del siglo XVIII se construyó para su defensa un fuerte artillado llamado el Castillo del Soberano. El cabo se adentra en el mar en dirección nor-noroeste con una costa llena de bajíos y rompientes que supone un fuerte riesgo para la navegación, que se agrava por los frecuentes temporales atlánticos. Además, el cabo se prolonga por un gran islote denominado Vilán de fora.
La ubicación del cabo Vilán le convirtió en un importante punto de recalada de paso obligado en todas las rutas desde la Europa atlántica hacia el Mediterráneo, África o Asia. En la zona siempre hubo naufragios y, con el incremento del comercio colonial en el siglo XIX, el número de tragedias aumentó considerablemente. El Plan General para el Alumbrado Marítimo de las Costas y Puertos de España e Islas Adyacentes de 1847 reconocía la necesidad de señalizar el cabo Vilán, pero no daba por segura la construcción de un faro y lo condicionaba al efecto combinado de los faros previstos para las Islas Sisargas y al Cabo Touriñán –que posteriormente se construyó en cabo Fisterra–. El plan establecía que si definitivamente se construía un faro sería una pequeña luz de enlace entre los dos anteriores.
Y así fue, el 10 de julio de 1854 se inauguró un faro de cuarto orden con una torre de 7 metros de altura, luz blanca fija y 10 millas de alcance, dando comienzo la historia del faro. Aquella pequeña vela de aceite de oliva se construyó sobre el mayor error de emplazamiento de la historia de los faros españoles. La casi imposibilidad de construir el edificio en la parte más alta del cabo ocasionó que el faro no se viera desde todo el horizonte marino, sino que tenía un sector ciego de más de treinta grados justo en la zona más saliente del cabo y el Vilán de fora. Durante las obras se trató de retirar el obstáculo con desmontes y voladuras, reduciendo el sector ciego sin llegar a suprimirlo. Antes de inaugurarse ya parecía claro que la única solución era cambiar el faro de sitio.
En 1877 a causa de la petición oficial británica de aumento de alcance se reformó el faro elevando la torre 3 metros, instalando una lámpara de petróleo y un aparato de rotación y lentes para dar una nueva característica de luz blanca fija variada por destellos rojos con un período de 4 minutos; pero estas mejoras no arreglaron el problema del sector ciego.
Pablo @ExoCoordenadas ha aportado esta imagen que clarifica bastante la ubicación de los dos faros.
Durante 1879 la Comisión de Faros planteó reformas en los faros de Galicia y decidió instalar en cabo Vilán un faro de primer orden, lo que necesariamente implicaba una torre mucho más alta y un edificio mayor. Además, como absoluta novedad en España, se previó que el nuevo faro pudiera iluminarse con electricidad.
La necesidad de la nueva construcción resolvió el problema del emplazamiento. El nuevo faro se construiría en el sitio más alto. Sería una gran torre construida sobre las rocas que tapaban al faro viejo. Pero allí arriba no había espacio para el gran edificio necesario para un faro de primer orden lo que obligaba a separar la torre del edificio. La solución fue construir el edificio más abajo, en una explanada abierta aprovechando una depresión del terreno entre las ubicaciones del faro viejo y de la nueva torre, y unir ambos mediante un paso protegido.
Por fin, la Comisión de Faros decidió en 1885 que el nuevo faro fuera eléctrico. La electrificación se aprobó por 4 votos contra 3. El retraso en la decisión y el ajustado resultado de la votación muestra claramente las dudas de la Comisión porque, pese a las ventajas de la iluminación eléctrica, las dificultades para la obtención de la electricidad eran enormes tanto en complejidad técnica como en gasto económico. No obstante, pese a todo, las obras comenzaron en 1888.
En 1890 en la roca Boi, muy cerca del cabo Vilán, naufragó el acorazado británico H.M.S. Serpent, con el resultado de 172 fallecidos. Es el naufragio más conocido de los sucedidos en estas costas. Pese a que la roca Boi está muy alejada del sector ciego, las circunstancias conocidas aparentaban que con un faro más potente la tragedia hubiera podido evitarse. Así, con frecuencia se dice y se escribe que el naufragio fue la causa de la construcción del nuevo faro, pero la realidad es que el cambio del faro había sido decidido once años antes y la construcción del nuevo faro ya estaba avanzada en el momento de la tragedia.
La torre impone desde la base a pesar de no ser tan alta como parece.
En nuestra próxima entrega conoceremos más datos sobre este interesante faro de la mano de José María. Muchas gracias.