Detrás de este título tan curioso, se esconde la historia de un faro que no es tal, aunque de lejos pueda dar el pego. Bueno, sólo de lejos porque al acercarte ves claramente que no lo es. No sabemos si tiene luz de noche. Lo comprobaremos en otra ocasión.
Recientemente, tras una visita a la ciudad de Gijón, llegamos a la playa de San Lorenzo para rememorar viejos tiempos. Una vez allí, miramos a la izquierda y vimos el cerro de Santa Catalina, presidido por la iglesia de San Pedro y el “Elogio del Horizonte”, un monumento de Chillida. Luego, nuestra vista se dirigió hacia la derecha y allí vimos la linterna de un faro. ¡Qué raro!, ¿un faro en la playa de San Lorenzo?
Durante unos segundos pensamos: Si el único faro que tiene Gijón -Xixón- se encuentra en el cabo Torres… ¿han construido otro en este extremo de la bahía?
Sin casi tiempo para pensar en nuestra propia respuesta, nos encaminamos hacia la desembocadura del río Piles y conforme nos vamos acercando a lo que parecía un faro descubrimos que no lo es. Seguimos caminando unos metros más, pero no conseguimos saber a qué edificación corresponde esa construcción.
Finalmente, antes de alcanzar la escalera 17 del Muro de San Lorenzo, vimos claramente que la “supuesta” linterna se erige sobre un techo de tejas. En ese momento, creíamos que se trataba de un chalet, pero no era así… unas decenas de metros más y nos topamos con un cartel que pone: “El faro del Piles. Restaurante- Marisquería”.
Huelga decir que aunque ya habíamos comido, entramos al restaurante para tomar algo y disfrutar de las maravillosas vistas que nos ofrecía su peculiar ubicación.