El pasado viernes, 15 de diciembre, se presentó oficialmente «El Camino Pagano. Faros, balleneros, naufragios y leyendas del norte» del dibujante y guionista Edgar Max.
El lugar escogido fue la librería “El faro de Recóndito”, situada en Almería. El maestro de ceremonias fue el escritor Joaquín Ortiz, y hablando del libro, el autor, Edgar Max o deberíamos decir, Bill el Largo…
Como se puede apreciar en las fotografías la puesta en escena se cuidó hasta el más mínimo detalle, ya que a nuestro “querido” capitán no le gusta dejar cabos sueltos. Así, que contó con la inestimable colaboración de un gaitero que amenizó la velada y marcó el ritmo a seguir durante la firma e ilustración de los ejemplares adquiridos.
Para afinar la voz y no morir deshidratado, Edgar Max, nos generó envidia una vez más, disfrutando de una Guinness. Su tripulación siempre fiel confiaba en que corriese el ron, pero el privilegio lo reservó acertadamente para unos pocos elegidos.
Mañana, Edgar Max, zarpa con sus bártulos y ejemplares de este preciado libro hacia Granada. Le deseamos la misma acogida y respuesta que ha tenido en Almería.
Para cerrar la presentación, unas palabras de nuestro gran capitán:
Mil gracias a todos los asistentes por una magnífica velada en el Faro de Recóndito. ¡Familia, amigos, curiosos, Guinness y gaitero! ¿Qué más se puede pedir para echar a andar el Camino? El escudero pagano Joaquín Ortiz Sánchez ha estado de lujo y Vicente Gómez ha sido el anfitrión del siglo. Muy contento con las primeras impresiones del CAMINO PAGANO, amigos…
El pasado jueves, 13 de abril, nuestro capitán Edgar Max o era Bill el Largo (da igual nunca lo recordaremos) puso rumbo con su nave hacia un nuevo proyecto. Se trataba de “El Camino Pagano”, una particular guía turística del norte peninsular para lunáticos, románticos y decadentes escrita e ilustrada por el propio Edgar.
Ante la llamada a retreta de nuestro querido capitán, no nos lo pensamos y nos embarcamos rumbo a Fisterra. No han sido pocos los tripulantes que han decidido enrolarse en esta nueva aventura. De hecho, en menos de veintitrés horas los mecenas ya habían conseguido la financiación requerida para que la nueva obra pudiese ver la luz en el mes de septiembre.
La ruta propuesta por Edgar Max parte de Fuenterrabía/Hondarribia en el País Vasco y termina en el municipio gallego de Finisterre/Fisterra, recorriendo toda la costa cantábrica y parte de la atlántica. A lo largo del recorrido por “el norte” no perderemos de vista la relación del hombre con el mar. El pasado ballenero, las tragedias marítimas de sus peligrosas costas, la construcción de los faros que pretendieron domar ese mar y las leyendas y tradiciones de sus gentes se dan la mano en esta particular guía repleta de dibujos en tinta china.
En tan solo dos semanas se activaron todas las recompensas iniciales, por lo que con buen criterio Edgar Max optó por incluir una recompensa más. Incluyó una parada sorpresa en el punto más septentrional de nuestra geografía. Edgar colocó un nuevo faro en Estaca de Bares, donde nos esperaba una pegatina con el logo de “El Camino Pagano”.
Actualmente, la furgoneta que ha ido encendiendo los faros que ha encontrado a su paso se encuentra aparcada en Finisterre y nos hacemos a la mar. El siguiente objetivo, que se alcanzará a los 10.000 €, es una nueva lámina exclusiva. Está representada con una ballena a la manera de la carta náutica del cartógrafo Olaus Magnus.
Os recordamos que todavía podéis participar en este proyecto y que cuantos más seamos más y mejores recompensas obtendremos.
Tercera y última parte de la entrevista que nos ha concedido Edgar Max para hablarnos de -FDT- «Faros de Tinta», una obra que por fin se va a editar en papel.
Al finalizar la III parte de Faros de Tinta, dejaste a los lectores con numerosos frentes abiertos. ¿Se resuelven en el libro o habrá que esperar más tiempo?
-¡En el libro no se resuelve nada! Sólo se abren más frentes, jajaja. En serio, el libro es un estudio repleto de dibujos y con algún toque de humor sobre el norte peninsular basándonos en ciertos aspectos: los faros que iluminan el recorrido, la caza de la ballena a lo largo del tiempo, los innumerables naufragios de esta zona costera tan terrible (pensad que nuestro recorrido sigue toda la costa peninsular del temible Golfo de Vizcaya y termina en la Costa da Morte) y las leyendas, supersticiones y creencias pre-cristianas de toda esta franja costera. La parte personal del recorrido está reservada exclusivamente a FDT. Eso sí, he tratado de que FDT tenga un final redondo: que sea a la vez una historia autoconclusiva y un arco argumental de una saga más “larga”. Todos los posibles frentes abiertos se resolverán en el futuro… Si conseguimos suficientes mecenas para garantizar el resto de la historia. ¡Está en vuestras manos!
¿Te has planteado incluir algún dibujo original de -FDT- en las recompensas para incentivar a tu tripulación?
-Pues mirad, jamás he tenido problema en deshacerme de mis originales… Excepto con los de FDT. Les tengo tal cariño y me parecen tan especiales, tan vinculados a mi tripulación y a tiempos tan felices, que no había pensado ofertar ninguno en la campaña. Y fíjate que son mis dibujos más espontáneos y menos “sobados”, por así decir. En cambio, deshojé las libretas donde están los dibujos para EL CAMINO PAGANO sin mayor problema para ofrecerlas como recompensas para los mecenas más rápidos. Libretas que, por cierto, salen retratadas en FDT en bastantes tiras. Aún así, si llegamos al último objetivo planteado en la campaña, -el regalo de la tote bag que se desbloquea en Finisterre a los 9000€- puedo llegar a pensar ofrecer alguna ilustración que hice con estos entrañables personajes.
Por último, para despedirnos queremos felicitarte por lo bien que va la campaña de crowdfunding, puesto que habéis conseguido casi el doble de lo que necesitabais y esperamos que siga así, porque eso significa que se concederán muchas más recompensas.
-¡Más recompensas gratuitas para todos los mecenas y mejores condiciones de edición para el libro! Cuantos más seamos emprendiendo el Camino, mayor será la dimensión del proyecto y más molará el libro. Tenemos muchas ideas pendientes de aplicar que dependerán del número de mecenas que se nos sumen. ¡Y muchas sorpresas aún en cuanto al arte original de autores invitados! Quedan cuatro semanas de campaña, ¡estad atentos! Podéis seguir las novedades en mis redes sociales o siguiendo el proyecto en la página web Verkami, “EL CAMINO PAGANO”. ¡Muchas gracias a todos!
Os dejamos los enlaces para que veáis el trabajo de Edgar Max:
Segunda parte de la entrevista que nos ha concedido Edgar Max con motivo de su última creación: «El Camino Pagano. Faros, balleneros, naufragios y leyendas del norte». Pero, como ya le preguntamos sobre ese libro vamos a centrarnos en -FDT- «Faros de Tinta», una obra que por fin se va a editar en papel.
«Faros de Tinta» es conocido entre nuestros seguidores porque lo publicamos casi al mismo tiempo que tú lo hacías en Facebook. Cuéntanos algo más sobre ese viaje que quedó anclado en un número redondo, ni más ni menos que 100 tiras. ¿Este es el final de las aventuras de nuestro profesor de Historia y su familia?
-FAROS DE TINTA va a ser publicado con unas cuantas páginas extra, para redondear este primer arco argumental de la historia y como agradecimiento a toda la gente que siguió FDT en su momento, tanto aquí como en mi FB. ¿Si es el final? Dependerá, sinceramente, del apoyo de los lectores y de si encuentra nuevos seguidores que apuesten por esta extravagante historieta. Si eso sucede y me convenzo de que merece la pena continuar, ¡lo haré encantado! Hay material para hacer una saga de 500 páginas, como mínimo, y yo estaría feliz de retomarlo en un futuro no muy lejano… Dejamos la puerta abierta, pues.
Sabemos que eres muy prolijo a la hora de dibujar y de documentarte en las historias que relatas. Nos gustaría saber si has dejado volar la imaginación o todo lo que narras es verídico.
-En FAROS DE TINTA te puedo garantizar que, salvo lo obvio -viajes en el tiempo, transformaciones en gusano, apariciones estelares de personajes icónicos de la cultura pop y demás detalles algo más fantasiosos- absolutamente TODO es verídico. Fue un viaje memorable y una aventura única. Nos sucedieron tantas cosas increíbles que supe, desde el comienzo, que poca gente iba a dar crédito… Por eso las tiras funcionaron tan bien sin guión previo y pude dibujarlas tan rápidamente, sólo tenía que recordar y la idea del gag venía sola. En cuanto a “EL CAMINO PAGANO”, el trabajo de documentación ha sido titánico. Más de cuatro años leyendo libro tras libro sobre naufragios, caza de la ballena a lo largo de la historia, faros, folclore, tradiciones… He tratado de combinar todo lo que he aprendido con la bibliografía y el trabajo de campo con mis impresiones personales en una síntesis que no resultara excesivamente sesuda ni erudita, sin múltiples notas a pie de página ni citas, para que prime la sensación de descubrimiento y maravilla que yo mismo he experimentado durante la realización de la obra.
¿Podemos decir que -FDT- es una precuela de «El Camino Pagano»?
-En verdad, “FAROS DE TINTA” cuenta la intrahistoria de “EL CAMINO PAGANO”. Si en el libro abordo los temas que trato a modo de ensayo -uno muy personal, eso sí- en FDT narro las vivencias personales, las bambalinas y las anécdotas del periplo que me llevó a conseguir toda esa información. Ambas obras se complementan, creo que perfectamente, aunque por supuesto las dos lecturas son totalmente independientes y tienen valor por sí mismas.
Os presentamos una exclusiva; la entrevista que le hemos realizado a Edgar Max con motivo de su última creación: «El Camino Pagano. Faros, balleneros, naufragios y leyendas del norte». Esta obra aún no ha visto la luz, pero si todo sale bien lo hará en el mes de septiembre. Hemos decidido dividir esta entrada porque Edgar al mismo tiempo va a editar la edición en papel de -FDT- «Faros de Tinta». Pero vayamos por partes, ahora es el turno de El Camino Pagano.
¡Buenas noches Edgar! Un nuevo proyecto en el que te embarcas y de nuevo, le has pedido ayuda a tu tripulación a través de crowdfunding [financiación colectiva]. ¿Te sorprendió la reacción por parte de los seguidores de Bill el Largo?
-La verdad es que fue un éxito fulgurante y conseguimos recaudar el 100% del objetivo inicial, lo necesario para imprimir el libro, en menos de 23 horas. ¡El #largoarmy se volcó con el proyecto con muchas ganas! Ahora nos queda más de un mes de campaña por delante para conseguir nuevos lectores/mecenas, añadir más recompensas gratuitas para todos los que se sumen y, sobre todo, poder ofrecer la mejor versión y el mejor formato del libro y el cómic que podamos permitirnos. ¡Estamos muy contentos por el apoyo!
«El Camino Pagano» lo defines como una guía turística del norte peninsular. ¿Es realmente una guía de faros o más bien un pretexto para poder seguir descubriendo nuevos lugares?
-La defino como una “guía turística para lunáticos, románticos y decadentes”. No penséis que os voy a mostrar los garitos más chic ni los rincones más cool para echarse selfies y romper Instagram. Se trata de un paseo recreando con mis textos y dibujos los aspectos más maravillosos del recorrido con unos filtros muy especiales: todo lo relacionado con los faros, los naufragios, la caza de la ballena, la relación del hombre con el mar y, por supuesto, las leyendas que impregnan toda esta franja costera desde Hondarribia hasta Fisterra. Luego hay varias digresiones que nos llevan muy lejos, en el espacio y en el tiempo, pero están relacionadas intrínsecamente con nuestro tema. Iremos a la Islandia de hace 400 años y a la Escandinavia de hace mil, al Nantucket de la Edad de oro de la caza de la ballena e incluso visitaremos el mediterráneo faro de Mesa Roldán para charlar con su último farero. Va a ser muy especial, ya veréis. En cuanto a los faros, salen dibujos de TODOS. De Hondarribia a Finisterre. Y más de una anécdota estremecedora relacionada con ellos.
¿Lo de Camino Pagano tiene algo que ver con el ínclito personaje Bill el Largo? Es que no nos lo imaginamos realizando el auténtico Camino de Santiago.
-¡Jajajaja! ¡TODO tiene que ver con Bill el Largo! Aunque los que le conocen saben que tiene tantos pecados que purgar que ni el Apóstol Santiago podría interceder por él. La relación en esta ocasión es que en “EL CAMINO PAGANO” exploramos su universo, las raíces de todo lo que hace vibrar al personaje. De hecho, incialmente, todo comenzó porque quería narrar la infancia del personaje en el faro de un pueblo ficticio de la Costa da Morte y, para diseñar el pueblito y el faro, pensé en visitarlos todos. El sentido del viaje subsiguiente tenía que ser hacia el Oeste, impensable hacerlo de otra manera, y, por las especiales connotaciones mágicas y religiosas de Finisterre -muy anteriores a la llegada del cristianismo a esas tierras- pensé que ese debía ser el punto final de aquel viaje concreto y, por lógica, del libro. El resto, como se dice, es Historia…
¿A qué tipo de lector va dirigido esta nueva obra?
-¡Hum! A lunáticos, románticos y decadentes, ¡por supuesto! Y a todos los amantes de los faros, el mar, las ballenas, las leyendas y, por supuesto, la literatura. Si además les gustan los dibujos en tinta china, ¡mejor que mejor!
¿Esperas que se sumen nuevos grumetes a la travesía?
-¡Claro que sí! Todo el mundo es bienvenido. Me alegra poder decir que el barco de Bill es cada vez más grande y la tripulación más numerosa ¡y voluntariosa! A fin de cuentas, si esto está saliendo adelante de manera tan fulgurante es por ellos, que han apostado, y bien fuerte, por este proyecto. Y seguro que hay más lectores ahí fuera deseosos de zarpar a bordo de esta rocambolesca nao de tinta. ¡Gracias a LOS FAROS DEL MUNDO por brindarme esta oportunidad de encontrarlos!
Háblanos de las ventajas que nos vamos a encontrar todos los que apoyemos tu nuevo proyecto.
-Lo primero de todo, el libro en sí mismo, que es un breviario de lugares e historias mágicas y apasionantes. Espero que lo disfrutéis y que descubráis -oredescubráis-mil secretos del pasado de estas tierras lindantes con el mar, como yo he hecho. Hay gente que me ha echado una mano cuando más lo necesitaba en cuanto a documentación y, algunos, incluso son entrevistados en el libro, como la autora PILAR PEDRAZA, el investigador FERNANDO PATRICIO CORTIÑO, el lagarero TINO CORTINA y, por supuesto, nuestro farero de referencia MARIO SANZ CRUZ. Además de eso, todos los que financien la campaña convirtiéndose en mecenas se llevarán de manera gratuita recompensas que no podrán conseguirse luego en librerías cuando se distribuya a nivel nacional: marcapáginas, posavasos de Bill el Largo, una lámina de “balleneros vascos” y algunas sorpresas más que tenemos reservada… Sólo durante la campaña de Verkami puedes conseguir otros productos relacionados, como la camiseta oficial con el logo del Camino, la cerveza Bill el Largo de la cervecería 3 MONOS (¡buenísima!) y arte original de un montón de prestigiosos ilustradores, primeras espadas en lo suyo, que han querido apoyar el proyecto.
Muchas gracias, Edgar, y buenos vientos en esta nueva singladura.
-A vosotros siempre, por ser un hogar virtual para todos los locos amantes de los faros e invitarme a hablar de mis locuras.
Edgar Max [creador del personaje Bill el Largo y de las tiras cómicas –Faros de Tinta-] ha estado en la isla de Menorca pasando unos días de asueto con la familia, pero este intrépido capitán ávido de aventuras no ha podido resistirse al encanto de los faros y ha terminado por recorrer esta preciosa isla en busca de esas luces cautivadoras y de algún que otro resto de naufragio.
Para aquellos que nos leéis desde otros países, os diremos que Menorca es una isla de las que conforman el archipiélago Balear, que pertenece a España y se encuentra ubicada en el mar Mediterráneo. En ella podemos localizar siete faros.
Artrutx
Cavalleria
Ciutadella (Sa Farola)
Favàritx
Illa de l’Aire
Puerto de Maó
Punta Nati
Edgar ha hecho las fotografías en blanco y negro para realzar la figura de los faros y de paso hacer un guiño a sus famosas tiras cómicas. Le agradecemos su aportación a este blog y le animamos a darle el empujón que necesita su próxima publicación: “El Camino Pagano. Balleneros, faros, naufragios y leyendas del Norte peninsular”. Un libro con todos los dibujos de faros que hizo durante un viaje en 2019. Os mantendremos informados de los avances, pero mientras tanto vamos a disfrutar con el recorrido que hizo por Menorca.
Edgar esperamos con ansia tus nuevas aventuras y por supuesto, más fotografías de faros.
Os presentamos la décima y última entrega de Las Luces del Largo, una serie de “reseñas” realizadas por Edgar Max, dibujante y creador de Bill el Largo (de ahí el título). Edgar escogió algunos de los muchos libros que ha leído sobre faros y nos los ha comentado durante diez semanas desde una perspectiva muy singular, dándoles un toque muy genuino. Muchas gracias por compartir tus lecturas con todos nosotros.
10.- FINITERRAES. Los faros de Galicia
(Xulio Villarino)
Última reseña de este invierno de luces.
No sé dónde -ni cuándo- estáis leyendo esto, pero por aquí, -por estas costas-, llevo ya manga corta y las horas de sol se alargan. Llega el momento, casi, de desempolvar viejos mapas y trazar rutas, de planear viajes a faros perdidos y desenterrar tesoros. Ya no habrá más rolletes pseudo-literarios los viernes al alba a vueltas con los faros. Pero antes del último trago, os dejo por aquí un libro que hará las delicias de los que buscáis horizontes espectaculares y puestas de sol de leyenda. Muchos otros quedan fuera, para otro invierno, pero éste contiene unos faros muy especiales para mí y debe estar en la lista.
Son los faros de Galicia. Tal cual. De Isla Pancha a Cabo Silleiro. Tanto si los habéis visitado y conocéis al dedillo como si no, las fotos del libro son tan chulas que merece la pena atesorarlo y perderte en sus paisajes; roquedales escarpados, oleajes salvajes y brumas que te calan hasta los huesos van desfilando ante nuestros ojos… Y ellos, claro, los monolitos erigidos por el hombre en esos lindes del continente, allí donde el sol se pone y los monstruos de los mapas acechan con las fauces abiertas. Un catálogo de viejos amigos retratados con cariño y pericia por Xulio que merece una banda sonora de melodías prohibidas tocadas con gaitas prohibidas. Aunque debo tener como 7000 fotografías tomadas por mí mismo de esos mismos faros, ninguna se puede comparar a sus majestuosas tomas, así que odio profundamente al autor por eso. Lo compré en una librería de Santiago -el libro, no el autor-, justo antes de meterme en una tasca donde… Bueno, siento que eso ya es otra historia.
No me extiendo más porque algún día, espero, visitaremos juntos muchos de esos faros, hasta Finisterre. Y es que allí donde terminan las rutas jacobeas llegó a su fin también el viaje de FDT y si me decís que es muy poco formal meter publicidad de tu propia obra en una “reseña”, os diré que en esta tasca virtual todo va de la mano: piratería y literatura, faros y naufragios, cómics y leyendas.
Os presentamos la novena entrega de Las Luces del Largo, una serie de “reseñas” realizadas por Edgar Max, dibujante y creador de Bill el Largo (de ahí el título). Edgar ha escogido algunos de los muchos libros que ha leído sobre faros y los va a comentar desde una perspectiva muy singular.
9.- THE WRECKERS
(Bella Bathurst)
Hoy hacemos trampa, amigos…
¡Una historia de mares letales, falsas luces y barcos saqueados! reza el subtítulo de esta obra de Bella Bathurst, la penúltima de este ciclo de reseñas invernales marca Bill el Largo. Como adoro las simetrías y las historias circulares, echamos un vistazo a otro libro de la autora de “The Lighthouse Stevensons” -que fue el segundo libro que comentamos por aquí-. Lo más crudo del crudo invierno parece haber pasado ya, al menos por estas tierras, y diez siempre ha parecido un buen número para esta clase de cosas. Así que vamos a ir cerrando esta extraña historia de libros ajenos, retales de luces y mares embravecidos.
En castellano la palabra “raquero” no se aproxima ni por asomo al significado del término anglosajón “wrecker”, del que se supone que procede y que designa a un tipo muy específico de saqueador: el que roba o se aprovecha de los cargamentos de los buques naufragados; gentes costeras que hacen su vida andando al raque, sobreviviendo gracias a los naufragios que tormentas y escollos les enviaban. En ocasiones, -aunque es complicado de demostrar pero las leyendas así nos lo han hecho creer y la literatura así lo ha grabado en el imaginario colectivo-, parece que algunos llegaban a encender falsas luces (oscilantes linternas en lo alto de acantilados para simular las luces de otro velero, por ejemplo) para que algún barco equivocase su ruta y embistiese los traicioneros bajíos de rigor. Si habéis leído “Jamaica Inn” de Daphne du Maurier o visto la adaptación al cine de Hitchcock, ya sabéis de lo que hablamos (y si sois lectores fieles de FDT, también)…
Bella repasa la legislación sobre el tema desde sus oscuros orígenes hasta la actualidad y visita las costas más asesinas del Reino Unido, los lugares que sólo con nombrar hacen santiguarse a los capitanes de navío más veteranos. Es un relato apasionante, y aunque puede parecer a veces que se está estirando más de la cuenta con entrevistas que quizá no aportan gran cosa o divagaciones acerca del destino de las carcasas de las ballenas varadas, es un auténtico placer para los que escapamos de la realidad con estas cosicas. Con ella de la mano -vieja amiga ya si has leído su libro sobre los Stevenson- visitamos los arenosos bajíos de Goodwind Sands, en la costa este; el tormentoso Pentland Firth del brumoso norte; las islas Scilly y el infame Cornualles, donde estaba (y está) la Posada Jamaica, la novela que asoció para siempre ese rincón de Inglaterra con esta extraña forma de piratería.
-Entonces, a ver si lo entiendo… ¿es este un libro sobre faros, Largo, o qué?-interrumpe un lector convulso.
Pues no, la verdad. Ésta vez hago de trilero. No sale ni uno.
Pero no podía faltar en este listado de libros de faros por ser, precisamente, el negativo necesario, el lado oscuro, lo que sucede en ausencia de luces. Si los Stevenson fueron una saga familiar de “héroes” salvíficos, los “Wreckers” son los villanos que medran en la sombra y la desgracia, los que acercan el cuchillo a la garganta del marinero a medio ahogar. Aunque podríamos descender al abismo del contexto socio económico de cada época y dinamitar esa interpretación de opuestos ramplona, no lo hacemos (Bella no lo hace) y nos quedamos con la búsqueda de ese reverso tenebroso algo esquivo. Tras leer el libro no queda claro si verdaderamente se llegaron a encender falsas luces para “ayudar” a las tormentas a hacer su trabajo o, más bien, los wreckers eran “villanos” en su sentido original, aldeanos, que sobrevivían con las generosas aportaciones de corrientes marinas, ciclogénesis explosivas y alevosas rocas. Queda al arbitrio de la interpretación de abstrusos apuntes judiciales y al pálpito de cada uno…
Más allá del tema principal, -y de la posibilidad de un estudio profundo de las causas políticas del fenómeno-, abunda la información sobre las maneras de vivir y las creencias de los habitantes de estas costas mortíferas. Ahí es donde, en mi opinión, está el tesoro de este libro: en los apuntes que vas cogiendo para apuntalar tus propias futuras historias ambientadas en un mundo donde al náufrago es mejor dejarlo morir, -puesto que Dios es el que envió la tormenta y salvarlo es quebrar SU voluntad-, y donde gente acuciada por el hambre se emborracha y se entrega a bacanales desmedidas cuando toneles y toneles de licor llegan a la costa como un regalo divino; donde las casas están fabricadas con tablones de barcos naufragados y en cada jardín hay un mascarón de proa; donde la cubertería de un granjero de Orkney pueda tener grabadas las iniciales de un capitán de navío y sus sábanas ser de la mejor seda…
Así que no hay faros hoy, sólo hienas marinas, pero los habrá la semana que viene…
Os presentamos la octava entrega de Las Luces del Largo, una serie de “reseñas” realizadas por Edgar Max, dibujante y creador de Bill el Largo (de ahí el título). Edgar ha escogido algunos de los muchos libros que ha leído sobre faros y los va a comentar desde una perspectiva muy singular.
8.- Cuaderno de faros
(Jazmina Barrera)
Me lo recomendó un amigo, uno de estos que escriben cosicas y encima se las publican, otro amante de los faros. A él, a su vez, se lo había hecho llegar otro amigo sabedor, supongo, de su infame filia. Así funcionan estas cosas, claro.
Me hice con él en cuanto pude y devoré este “Cuaderno de faros” en un par de ratos de insomnio. Aunque “paladeé” hubiese sonado más apropiado, la verdad. A caballo -de espuma- entre el ensayo, el libro de viajes y el diario más introspectivo, las páginas de esta obrita están repletas de faros visitados por la autora y faros leídos por la autora: experiencias, impresiones y faros literarios se funden en una narración de ritmo sincopado que se lee con el mismo deleite que puedas sentir al encontrar un viejo álbum de fotos que creías perdido con tus propias vivencias de juventud. Y es que, aunque conozcas los faros de los que habla, -por haberlos visitado en vivo o en libro-, la voz de Jazmina Barrera los pinta de color sepia, -el de “su” nostalgia-, en tu mente. Y si no los conoces, tras haber leído el libro, creerás haberlos visitado tú mismo. Como si te hubieran implantado apacibles recuerdos con la máquina aquella de Total Recall.
En sus páginas redescubres a viejos amigos, como los Stevenson por ejemplo, y haces paradas en lugares comunes; lugares semióticos, mapas emocionales por los que sientes que has transitado años atrás, reflexiones que, quizá, nos hayan asaltado a todos los que, de alguna forma, “coleccionamos” faros… Esas reflexiones de la autora parecieran pertenecer a otro mundo, uno sin teléfonos celulares ni internet; uno donde Walt Whitman todavía se pasease por los bosques componiendo poemas y a cada vuelta del camino, en un claro en la fronda, un pintor paisajista estuviese descorchando una botella de vino para un improvisado picnic. Cada párrafo, cada faro, se tiñe de nostalgia y anhelo; aunque se trate de líneas garabateadas en el momento mismo de vivir la experiencia, la nostalgia está ahí ya, como una raíz negra difícil de extirpar.
Creo que he conectado bárbaramente con los escritos de esta autora mejicana, casi escuchando el “click” en mi cabeza; yo, que acumulo cuadernos de bocetos repletos de faros y playas, de acantilados y barcos pesqueros y puertos y bares donde fui inmensamente feliz, sé que todas esas rayitas hechas en el momento sólo son vanas tentativas de eternizar el instante, de congelar ese momento de Nirvana total, de mantener a tu tripulación eternamente joven. Y de mantener, también, los faros llenos de vida, rodeados de gaviotas y barcos pesqueros, y emitiendo su luz por siempre, sin automatismos, gracias a un farero. Así que, pienso, bocetos, tatuajes y canciones son muletas que ayudan a caminar, por lo que nos quede de vida, atesorando los recuerdos más preciados. Hubiese querido que este “Cuaderno de faros”, simpatiquísimo, durase cien o doscientas páginas más; que la autora me comentase por completo las memorias del viaje de Robert Stevenson y Walter Scott, -leídas ya tiempos atrás-, y que hubiese podido visitar cientos de faros más para contárnoslos todos. Porque sé que los recuerdos de estos raticos, leyendo este libro en la quietud de la madrugada, -mientras la tripulación duerme, joven y hermosa y llena de sueños-, se alargarían también en mi memoria, congelando así los instantes de felicidad en que ha trocado mis desvelos.
Hace dos meses ya que el capitán Bill el Largo arribó junto con su tripulación al “faro de Mesa Roldan”. En un principio Mario, el farero, desconfió de las aviesas intenciones del capitán pero tras tratarlo se percató de que no era un personaje oscuro sino generoso y amigo de los suyos. En los ambientes sórdidos de los piratas no se contempla esa forma de proceder pero el capitán Bill el Largo está por encima de los códigos y solo tiene que rendirle cuentas a una persona [los que lo conocéis sabéis a quien nos estamos refiriendo].
Durante todo este tiempo, Bill el Largo ha delegado la gestión de su exposición “Faros, Naufragios y Leyendas” a Mario. Éste se ha encargado de mostrársela a todos los interesados dando las explicaciones pertinentes y ha disfrutado de los espectaculares dibujos del capitán. Os recordamos que Mario trabaja en el faro y recorre a diario las salas del mismo y en ellas se encuentran colgados todas las láminas del capitán Bill el Largo.
Por lo que nos han comentado tanto el autor de la misma, Edgar Max, como Mario, la exposición ha sido un éxito puesto que ha habido infinidad de visitas: unos habéis ido ex profeso a ver la exposición y muchos otros os habéis topado con ella al visitar el faro. El caso es que todos hemos disfrutado de una brillante puesta en escena porque no se nos ocurre un enclave mejor para una exposición que versa sobre faros, naufragios y leyendas que los salones de un faro en activo.
Aún podéis visitarla porque se clausura mañana 31 de enero pero para los que no podáis acercaros o simplemente queráis recordarla os dejamos algunas de las fotografías que hemos hecho. Esperamos coincidir con el capitán Bill el Largo y Mario cuando se desmonte la exposición y que nos cuenten sus impresiones. Y como dice Bill el Largo ¡Salud grumetes!