Os presentamos a Irene, una enamorada del mar, de los faros y por supuesto de los tatuajes. A continuación, nos explica el sentido que tienen para ella los tatuajes que lleva y el valor que les da. Os aseguramos que la historia nos gusta tanto como sus tatuajes.
Siempre he tenido claro que a pesar de haber nacido en el interior/centro de la península yo he sido de mar. Así que, en 2014 me tatué el ancla porque además de ser un símbolo que me identifica mucho, el significado de echar el ancla o anclarse a buen puerto es algo que siempre le busco paralelo en mi vida. El ancla me lo tatué junto al siete después de vivir en Campos, Mallorca. Y haber tenido más contacto con el mar a través de navegar en el “Cohoe” (un barco que tenían mis jefes).
El faro siempre ha sido mi seudónimo (Desde el faro). Para mí significó un antes y después cuando me fui a vivir a Gandía. No tiene faro propio, pero me refugiaba mucho en el faro verde del puerto. Y ahí nació «Desde el faro».
Es algo que siempre he querido tatuarme. Pero tenía que encontrar EL FARO. Después de haber visitado bastantes, le pedí a mi hermano Arturo que me diseñase uno y mi regalo fue encontrarme esos dos pájaros que como bien me dijo él son: mi tía y mi abuela que volaron hacia algún lugar. La semana pasada mi madrina me dijo que me regalaba hacerme el tatuaje. Y no dudé en hacérmelo. A su vez, me tatué un corazón abrazando una ola. Hace un año se lo hicieron mis amigas de la universidad, que por entonces nos conocían como “Las OlasS” y yo todavía faltaba por plasmarlo en la piel. Este tatuaje -Engloba la amistad, y el amor hacia ellas y hacia el mar-. No podía no hacérmelo.
Muchas gracias, Irene.