«Fareros en Buenos Aires» por Carina Carloni (1ª parte)

Volvemos a contar con una colaboración de una seguidora y amiga, Carina Carloni, Cari. En esta ocasión nos habla de un faro situado en un palacio, y no solo eso, sino que el palacio se halla en medio de la ciudad. Se trata del “faro del Palacio Barolo”, pero dejemos que sea ella quien nos lo cuente.

Os recordamos que Cari es una psicóloga argentina, que participa activamente en las redes sociales buscando y compartiendo información sobre todos los faros. Es una más del #TeamFaros.

-Fareros en Bs As-

Recorrer Buenos Aires puede ser una gran aventura, descubriendo sus avenidas, su Obelisco, sus locales de comida, sus teatros, la famosa avenida Corrientes con sus antiguas librerías y los teatros más conocidos, cruzar la 9 de Julio, mezclarse entre lo porteño y los que nos visitan desde todas partes del mundo.

Buenos Aires tiene una particularidad muy especial, es un ensamble entre arquitectura contemporánea y la arquitectura de época, de los años 30, 40, y así hasta la actualidad.

Existe en plena ciudad, escondido entre edificios, a pasos del Congreso, el Palacio Barolo. Un icónico lugar que visitamos y que resulta plenamente atrapante. Allí se encuentra el faro del Palacio Barolo. Un faro en medio de la ciudad, que tuvo que dejar de ejercer su trabajo porque quedó a kilómetros del puerto y los barcos encallaban por buscarlo.

Un faro seductor, en un Palacio más que seductor, atractivo, atrapante, con una historia vinculada a la «Divina Comedia» de Dante Alighieri, y a los antiguos masones de Buenos Aires. Escuchar el relato de la persona que nos adentró en el mismo lugar fue formar parte por unas horas de los años 30, las fiestas, los personajes, los romances, los secretos.

Primero me interesa contar la experiencia vivida y luego, ceñirme a la historia en sí misma del lugar.

El Palacio es precioso, con sus pisos de mármol, sus cúpulas, sus balcones, sus esculturas, sus ascensores. El faro está en el piso 23, allí no llegan los ascensores, es por escalera. Pero en el piso 15 hay una serie de pequeños balcones por los que se observa toda la ciudad, hacia todos los puntos cardinales; observar la bajada del sol allí es una experiencia única, se llega a ver el río, el puerto, el obelisco, la ciudad a pleno.

Continuará…