Entrevista a Josep Vicent Miralles, autor de «El mag de Montrase»

En marzo de este año se publicó la novela de aventuras «El Mag de Montrose» de Josep Vicent Miralles. Una novela enfocada a un público juvenil aunque creemos que la historia que cuenta es bastante interesante y también la podemos valorar los adultos.  Así que os la recomendamos.

¿Cómo definirías tu novela, un libro de magia o una novela de aventuras?

Creo que es más un libro de aventuras. La magia está presente de manera indirecta. De hecho el punto de giro es el secuestro del señor Templeton Swan y su sobrino Donald a causa de un malentendido. La tripulación de la capitana Grace O’Malley necesita al mago más poderoso del mundo para romper su maldición y sin embargo se encuentra con un impostor, un tipo que apenas es un cuentacuentos, que hace trucos de manos…  y un chico listo que tendrá que aprender a ser valiente junto con su tío para salir más o menos enteros del lío. Pero sobre todo creo que es una novela de segundas oportunidades. El señor Swan se ha pasado la vida huyendo, ocultándose de la vida detrás de la ficción (y en ese sentido el faro funciona como símbolo) y ahora va a tener que enfrentarse a su gran aventura cuando ya no esperaba nada de la vida.

En cuanto al tono, he querido que fuese un relato ágil, con mucha acción y un poco de humor.

¿Por qué has escogido el faro de Scurdie Ness en Escocia como lugar en el que se desarrolla la novela?, ¿lo conoces?

Fue una elección casual, no he estado nunca en Escocia ni conozco personalmente el faro, pero desde hace años siento una gran fascinación por el norte como escenario narrativo: Escocia, Islandia, Suecia, las Feroe…. Poco a poco voy yendo (según mis posibilidades), pero Montrose y el faro de Scurdie Ness son mi próximo destino. Después de haber ganado el premio Ciutat de Benicarló y de haber cumplido la ilusión de publicar este libro, siento que estoy en deuda personal con ese lugar. Lo encontré una noche en Google Maps y, como sucede con todos los encuentros relevantes, entonces no sabía hasta qué punto iba a ser importante para mí. Después he revisitado virtualmente la ciudad, la costa y el faro centenares de veces. Pero ya te digo, el próximo viaje pendiente es ir a rendir homenaje a la casa imaginada de Mr Templeton Swan y Donald Brecc. Quiero ver esa misma luz en la que he proyectado algunos cuentos, algunas imágenes que han acabado cobrando vida.

¿Has visitado algún faro para documentarte sobre cómo era la vida allí?

Tengo la suerte de vivir en Xàbia, donde contamos con dos faros, uno en el cabo de Sant Antoni y el otro en el cabo de la Nao. Sobre todo el primero forma parte de mi paisaje personal desde que era pequeño. Y he podido verlos por dentro gracias a la generosidad del farero. Me parecen espacios fascinantes… cuando subes a la parte más alta, a la cúpula de cristal de la óptica, y el mar se abre a casi doscientos metros por debajo de tus pies, con la vista abierta hasta Ibiza en los días claros… es muy difícil no sentir una emoción casi física. La grandeza del lugar impone. Después, por la noche, ver sus destellos desde la playa o desde el mar, representa un santo y seña, una forma de militancia y de pertenencia. El faro es casa, un recordatorio luminoso de quién eres, dónde estás y cuáles son tus vínculos más importantes. Por cierto, mi abuelo Pepe nos contó muchas veces que uno de sus grandes deseos fue… convertirse en farero!! Al final aquello no pudo ser, pero el faro de Sant Antoni es un lugar muy especial para mí. Por cierto, que en breve se abrirá al público como centro de interpretación del Parque Natural del Montgó. Y con suerte se podrán ver rorcuales en su migración de verano al estrecho de Gibraltar. No es mal plan, ¿verdad?

En cuanto al faro de la novela, abre y cierra la historia. De alguna manera representa la paradoja del encierro y de la apertura a los demás a través de los juegos de luces y sombras que el protagonista ejecuta cada noche para los niños de Montrose. Es un lugar destartalado, pero confortable. Lleno de objetos “mágicos” y de trucos que el señor Swan ha ido perfeccionando al cabo de los años. Creo que no es un mal lugar para estar, para iniciar una aventura… o para empezar de nuevo 😉

Hemos visto que conjugas la realidad con la ficción, puesto que hay un personaje épico en la historia de Irlanda, Grace O’Malley. Cuéntanos más.

Sí, efectivamente, la capitana O’Malley es una de las escasas piratas femeninas que han pasado a la historia. Se trata de un personaje muy relevante en la historia y el folklore irlandés, porque de algún modo representa el genuino espíritu de aventura, fuerza y rebeldía de la gente del mar. Grace O’Malley se rapó el pelo con un puñal como símbolo de su determinación para hacerse a la mar y para demostrarle a su padre, Eoghan Dubhdara, que una mujer podía gobernar sobre las olas igual de bien que un hombre. En la novela se recupera su espíritu y se la convierte en protagonista de un terrible episodio sucedido en las costas de Maracaibo en la segunda mitad del siglo XVI. Desde entonces su tripulación vaga por el mar sin encontrar el descanso, así que O’Malley “requiere” los servicios del torpe señor Swan. Entre la aguerrida pirata y el afable no-mago, con la ayuda del bueno de Donald y del guerrero indígena Warashar, deberán enfrentarse a todos los peligros para encontrar el camino de vuelta. También a sus fantasmas interiores. Y a riesgo de que no haya más camino de vuelta que seguir navegando hacia el horizonte…

¿Sólo existe la edición en valenciano? ¿piensas editarla también en castellano?

Sí, por ahora solo existe la versión en valenciano, editada por Onada Edicions. Me gustaría mucho verla traducida claro, y no solo al castellano (de hecho me encantaría que los jóvenes de Montrose la pudieran leer!) pero esa es una decisión editorial. Dependerá en gran medida del recorrido de la novela, de su difusión, del interés que sea capaz de despertar.

¿Qué supuso para ti a nivel personal y a nivel profesional el premio de narrativa juvenil Ciutat de Benicarló? Hay que decir que ha sido la primera vez que se ha otorgado este premio.

Los premios literarios son una parte esencial de la industria editorial. Ganar un premio como el Ciutat de Benicarló y publicar con «Onada» supuso una inmensa alegría. Significaba la posibilidad de hacer real una historia que había estado mucho tiempo en mi cabeza y en mi escritorio, darle cuerpo, cara y voz a personajes que sentía muy próximos y a los que, con el tiempo, había acabado queriendo e imaginando casi como si fueran reales. Además me abría las puertas de miles de lectores potenciales en diferentes centros de secundaria de la Comunitat Valenciana, así que os podéis imaginar la emoción.

El oficio de la escritura tiene momentos de entusiasmo y de certeza, pero también muchos de silencio, de dudas, de tentaciones de renuncia… un premio importante como este se parece al destello de luz de un faro en mitad de la noche después de muchos meses de navegación en alta mar. Significa que has llegado, que lo has conseguido, que has salvado el barco y a la tripulación. No se me ocurre un ejemplo más adecuado, en este caso.

Desde entonces todo lo que ha pasado con la novela ha sido muy positivo. La editorial Onada ha demostrado una sensibilidad y una profesionalidad fantásticas desde el principio. En ellos he encontrado una sintonía perfecta para empujar la nave de la capitana O’Malley. Y espero que esta temporada (una vez vamos recuperando poco a poco la normalidad postpandémica) podamos entrar de lleno en las tareas de promoción. En ese sentido tengo que decir que disfruto enormemente el contacto con los lectores. De momento, además, la respuesta está siendo muy buena.

También quiero agradecer al Ayuntamiento de Benicarló la organización impecable de los premios y el maravilloso trato que me han dado en todo momento.

Josep Vicent Miralles tras la recogida del premio literario

Muchas gracias, Josep Vicent.