Hoy contamos con la colaboración de Anabel, una tinerfeña, apasionada de la naturaleza y todo lo que la rodea, así como de la fotografía. No hay sendero que se niegue a recorrer, y kilómetros que sus piernas no caminen. Lo valora todo, y aún más el esfuerzo que le supone muchas veces llegar a lo más alto de la montaña, porque no es solo caminar, es aprender durante el recorrido. Esa conexión con el medio natural le da mucha vida, y no hay día que no quiera experimentar una nueva aventura por el medio natural por muy pequeña que parezca. Para ella la montaña es el faro que da luz a la dificultad que supone muchas veces llegar a conseguir lo que quiere. La vida es una aventura que hay que saber disfrutar.
Ella ha subido al abandonado semáforo de Igueste, situado en el Parque Rural de Anaga. En el Parque aunque a cierta distancia se encuentra el faro de Anaga. Ambos son muy inaccesibles por lo que poca gente los conoce. Por ese motivo, es bastante frecuente confundirlos. Vamos a proporcionaros unos datos sobre el semáforo que sirven para diferenciarlo del faro de Anaga.
La Real Orden de 9 de junio de 1884 dispone la construcción de veinte semáforos eléctricos en el litoral español. Serán los primeros que se construyan. Entre ellos destaca: el “semáforo eléctrico de la Atalaya de Anaga”. En 1888 se publica el acuerdo de expropiación de fincas rústicas para la construcción del “semáforo de Igueste” y el camino en el risco de la Atalaya.
Las obras finalizaron en 1893, pero no entró en funcionamiento hasta el 4 de diciembre de 1895. El 2 de julio de 1970 el Ministerio de Marina entrega el semáforo al Ministerio de Hacienda debido a que el avance de las comunicaciones marítimas hizo innecesario su funcionamiento. Se mantuvo operativo hasta 1971. Se encuentra sobre el mirador de la Atalaya, próximo a Igueste de San Andrés, en la isla de Tenerife, provincia de Santa Cruz de Tenerife, Canarias (España).
Muchas gracias, Anabel.