Reseña de «El faro de los corazones extraviados» por Jesús Zaplana García

Os presentamos una reseña sobre un libro que se publicó en 2011 y fue el primero que escribió Celia Santos con las ilustraciones de Sonia Sanz. Se trata de -El faro de los corazones extraviados-.

Nuestro amigo Jesús Zaplana nos ha enviado esta interesante recensión que transcribimos fielmente. Para todos aquellos que no le conocéis os diremos que es un enamorado de los faros hasta el punto de llevar tatuado dos  de ellos. Además, ha sido librero durante veinte años por lo que está familiarizado con todo tipo de publicaciones. Este hecho es revelador puesto que con la infinidad de obras que han pasado por sus manos ha escogido entre otros géneros todo lo relacionado con los faros. Muchas gracias Jesús por tu desinteresada colaboración.

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Uno de los faros que ilustra el libro

Reseña del libro “El faro de los corazones extraviados”

Ficha técnica

Título: El faro de los corazones extraviados

Autora: SANTOS, Celia

Ilustradora: SANZ, Sonia

ISBN: 9788496947849

Editorial: Toromítico

Lugar de edición: Córdoba (España)

Año de edición: 2011

Nº Páginas: 40

Sinopsis

¿Qué ocurre cuando se rompe un corazón? ¿Quién se ocupa de curarlos para que se pongan bien de nuevo? La niña de este cuento vive en un faro, junto a una playa en la que cada mañana recoge los corazones heridos que quedan allí varados. Ella se ocupa de cuidarlos para que vuelvan a latir con fuerza. Porque un corazón debe estar alegre para poder amar a los demás. Pero… ¿quién cuida del corazón de la niña que vive en el faro?

Reseña- El hospicio para corazones

            Tres pilares sustentan el argumento de este cuento: el primero, los corazones extraviados, cargados de pesares, que la marea arroja de manera incesante sobre una playa; el segundo, la niña que los rescata, les cuenta historias y los llena de mimos y atenciones, hasta completar su curación; el tercero, el faro donde habita la niña, que sólo alumbra en una dirección, y que ha sido reconvertido a hospicio-balneario donde se rehabilitan los maltrechos corazones.

            En esta hermosa fábula, que trasciende la etiqueta de cuento infantil y podría extrapolarse a lectores de cualquier edad, Celia Santos nos adentra en la mística que envuelve a los faros (“Es pequeño, apenas una mota blanca oculta en la grieta de un acantilado”, dice), y coquetea con el aura de misterio que envuelve a los fareros: el aislamiento, la dedicación y la soledad; aunque a renglón seguido dinamita el cliché, eligiendo como protagonista a una dulce y tierna niña. Una niña a quien, además, “le da miedo el mar porque no lo controla” (sic).

La potencia narrativa del texto (en algunos pasajes se dirige directamente al lector) se ve reforzada por algunas interesantes reflexiones, que deja flotando como nubes etéreas en un cielo de verano (“porque sólo hay un camino para un corazón enamorado; pero yo eso no me lo creo mucho”, afirma por voz de la protagonista). Una potencia narrativa con la que se complementa perfectamente el conjunto de ilustraciones que nos regala Sonia Sanz: a menudo tenebrosas, grises y azules, y que contrastan notoriamente con la espectacular cabellera pelirroja de la protagonista y sus enormes ojos verdes. Tanto es así que la imagen de la niña se erige en el verdadero foco visual del cuento, por delante del propio faro.

            Pero ¿y qué hay del corazón de la niña? ¿Goza de buena salud o también necesita ser rescatado? Para desvelar el misterio tendréis que adentraros en las páginas de esta historia. Espero que disfrutéis el viaje.

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Jesús Zaplana García

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Imagen de una de las ilustraciones del libro y el brazo de Jesús con un faro tatuado.