Introducción
El pasado día 3 de diciembre de 2013, la ministra Ana Mato anunció que el Ministerio de Fomento iba a convertir faros que no estuviesen activos en hoteles privados. En el comunicado no se precisaba el número de faros que se acogería a este Plan.
El proyecto se denominó «Faros de España». Estaba impulsado por el Ministerio de Fomento y lo ejecutaría Puertos del Estado. Se pretendía copiar el modelo de otros países europeos dando un uso complementario a las instalaciones y respetando siempre su valor patrimonial. Además de generar unos ingresos que contrarrestasen los enormes gastos que conlleva el mantenimiento de los faros.
En el territorio nacional existen ciento ochenta y siete faros de los cuales sólo cincuenta y cinco están habitados; el resto están completamente mecanizados y se gestionan a través de las Autoridades Portuarias de las que dependen. Hay cuarenta y cinco faros con un uso diferente al original por el que fueron concebidos y tan solo hay seis restaurantes ubicados en los faros.
En la actualidad, aún no se ha acometido ningún proyecto ni siquiera se conoce el nombre de los faros que van a formar parte de ese plan aunque suenan algunos faros. El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, comentó en una entrevista que habían recibido consultas sobre veinte faros (no precisó los nombres).
En abril de 2010, el Gobierno emprendió una reforma legal para facilitar la conversión de los faros en albergues, hoteles y restaurantes con la finalidad de sufragar los gastos de conservación de los mismos. Se pretende que los faros que se conviertan en hoteles sean bastante exclusivos (4 ó 5 estrellas) y que dispongan de pocas habitaciones.
La reforma de la Ley de Puertos presentada por el PSOE planteaba una enmienda que flexibilizaba la conversión de los faros en instalaciones culturales, restaurantes y zonas comerciales. El Gobierno justificó que la entrada de negocios privados en el dominio público serviría para preservar los faros. Tras la reforma, el Consejo de Ministros puede levantar la prohibición de instalaciones hoteleras, así como de albergues u hospedajes que pudieran favorecer el desarrollo de actividades culturales en el caso de que los faros se encuentren pegados al mar. Si por el contrario los faros están ubicados en el interior, es decir, no se encuentran en primera línea, la posibilidad de levantar la prohibición recae en el Ministerio de Fomento.
A fecha de hoy existen varios proyectos pero aún no se ha llevado a cabo ningún trámite para aplicar el Plan anunciado en diciembre de 2013 debido a varias causas:
- La prohibición sigue vigente y no se ha aprobado medida alguna en contra.
- Relativa falta de interés por parte de los constructores.
- Impedimentos por parte de colectivos para que no se privatice el litoral.
Mientras unos y otros discuten; la realidad es bien conocida por todos: nuestro patrimonio histórico se está deteriorando y va a llegar un momento en el que será imposible su recuperación. Desde el organismo titular de los faros españoles, Puertos del Estado, se comenta que el Consejo de Ministros levantará en cuestión de semanas la prohibición.
En la Región de Murcia contamos con siete faros y otras tantas balizas, afortunadamente todos están en funcionamiento. Esto quiere decir que probablemente nuestra región no tenga cabida en este programa.
La concesión de los faros se debe solicitar a Puertos del Estado y éstos estudiaran la viabilidad de los proyectos y su rentabilidad. Se desconocen los criterios de adjudicación de obras puesto que no hay ningún precedente.
El programa “Faros de España” cuenta con quince faros adheridos para poder convertirse en hoteles. Todos los faros registrados en el programa se encuentran ubicados en un acantilado.
La Autoridad Portuaria de Alicante ha iniciado los trámites para poder convertir el “faro del Cabo San Antonio” en un establecimiento hotelero. Como se ha comentado anteriormente esta concesión lleva implícita la restauración del faro. Por el contrario, la Autoridad Portuaria de Barcelona a pesar de ser la primera en ceder faros para que estos albergasen actividades culturales, no está a favor de la iniciativa de que se conviertan sus doce faros en hoteles, puesto que consideran que su explotación no garantiza una accesibilidad general y pública.
El “faro de Isla Pancha” en Ribadeo, Lugo (Galicia) probablemente será el primer faro español que se convierta en un faro. Actualmente, el faro está apagado. José Luis López Braña ha presentado un proyecto a la Autoridad Portuaria de Ferrol a la espera de que el Consejo de Ministros finalmente cumpla lo pactado. El proyecto que se ha presentado convertirá al “faro de Isla Pancha” en un lujoso hotel con dos suites de 40 m2, con capacidad para cuatro personas por suite. Además, se construirá una cafetería subterránea. El proyecto prevé adaptar las antiguas residencias de los fareros. El canon que ha exigido el Gobierno para ceder el faro a la iniciativa privada asciende a 15.600 € anuales. Ojalá, éste sea el primero de una larga lista de proyectos que finalmente se convierten en realidad. A diferencia de los faros noruegos pioneros en la conversión, los faros españoles tienen un menor tamaño y eso puede influir bastante a la hora de gestionar los espacios. El tiempo lo dirá.