Os presentamos la tercera y última parte de la entrada del “faro de Cabo de San Vicente”. Como bien sabéis, este faro es uno de los que visitó nuestra amiga Arual el verano pasado. Ella nos ha proporcionado todas las fotografías que publicamos e incluso algún que otro dato sobre los faros.
Curiosidades
-Entre los años 1515 y 1520, el obispo de Silves, D. Fernando Coutinho, autoriza la construcción en el convento de São Vicente de un faro. Sin embargo, por sus características y estructura muy rudimentaria, no se le considera un faro. Por ese motivo, se sigue atribuyendo el título de primer faro portuges al faro de São Miguel-o-Anjo.
Como de costumbre, agradecerle a nuestra amiga Arual su desinteresada colaboración con nosotros al enviarnos tanto las fotografías como algunos comentarios.
Nuestra amiga Arual tras visitar el “faro de Cabo de San Vicente” se resistía a abandonar el cabo sin ver la famosa puesta de sol. Así que se dirigió a la Fortaleza de Sagres y desde allí hizo las fotografías que os mostramos a continuación.
La puesta de sol es preciosa por sí sola, pero lo es más cuando el entorno aparece plagado de espectaculares acantilados y éstos están coronados por un faro. La Fortaleza de Sagres está situada a unos siete kilómetros del cabo de San Vicente, pero en línea recta la distancia es mucho menor por lo que desde este enclave se aprecia con nitidez la silueta del farol.
Arual no sólo disfrutó de la puesta de sol desde un lugar privilegiado sino que también aguardó allí a la primera luz del faro y eso hizo que la famosa puesta de sol fuera mágica e inolvidable.
La secuencia de la puesta de sol junto al cabo de San Vicente queda reflejada en todas las fotografías
Aunque nos consideréis repetitivos no queremos despedimos de todos vosotros sin agradecerle a Arual su colaboración desinteresada en estas entradas sobre los faros portugueses.
Os presentamos la segunda parte de la entrada del “faro de Cabo de San Vicente”. Como bien sabéis, este faro es uno de los que visitó nuestra amiga Arual el verano pasado. Ella nos ha proporcionado todas las fotografías que publicamos e incluso algún que otro dato sobre los faros.
Sentado en esa silla puedes apreciar la luz del faro sobre tu cabeza
Historia
En 1914 se instala una señal de niebla en el faro. En 1926 se electrifica el faro gracias al montaje de grupos electrógenos. En 1947, se equipa con paneles aeromarítimos. En 1948, se conecta a la red pública de electricidad. En 1949, se instala una radiobaliza, que fue desactivada en 2001, puesto que no aportaba ya nada a la navegación.
La cúpula de la linterna pintada de rojoCarteles en la puerta de acceso a la fortaleza
En 1982 se equipa con varios automatismos, gracias a los cuales puede empezar a ser controlado de forma remota el farol de Sagres. Actualmente, en sus instalaciones hay un centro museo.
Arual se quedó prendada de la cúpula del faro como todos nosotrosParecen iguales pero hay diferencias. Nos encantan las cúpulas pintadas Espectaculares vistas del Cabo San Vicente
Como siempre, nos despedimos agradeciéndole a Arual su aportación para que podamos hacer estas entradas sobre los faros portugueses.
Seguimos describiendo los faros portugueses visitados por nuestra amiga Arual durante sus vacaciones de verano. Os recordamos también que ella nos ha proporcionado desinteresadamente todas las fotografías que os mostramos. El quinto faro del que os vamos a hablar es el “faro de Cabo de San Vicente” conocido en Portugal como “farol do Cabo de São Vicente”.
Ubicación del faro en Portugal
Ubicación
Se encuentra en el interior del edificio que albergaba el antiguo convento de San Vicente. Posteriormente, fue una fortaleza situada en el cabo de San Vicente, -freguesia- parroquia de Sagres, concejo Vila do Bispo, distrito de Faro, región del Algarve (Portugal).
Localización exacta del faro en el Algarve (Portugal)
Historia
El paso del cabo de San Vicente siempre ha sido un reto para la navegación debido a la confluencia de diferentes regímenes de viento y corrientes; de ahí la necesidad de señalizar la zona a los navegantes. En el siglo XV, a causa de la ocupación portuguesa en los territorios del norte de África, la región se vuelve más importante y estratégica. Y es en la zona de Sagres, dónde se funda una base de apoyo a la tripulación y embarcaciones que se resguardaban en las bahías esperando a que el tiempo amainara y continuar la navegación.
Para servir de guía a los navegantes, se inicia en 1515 la construcción de una torre en el convento de San Vicente. Son los propios monjes los que cumplen con la obligación de mantener encendida una luz en la torre. Se cree que esta luz procedía de una hoguera.
La torre del faro no es muy alta pero no es necesario que lo sea
En 1587, el corsario inglés Francis Drake, desembarca en el cabo de San Vicente atacando y destruyendo el convento y por ende, la torre. Por lo que se apaga la luz que guiaba a los navegantes. En 1606, don Felipe II ordena la restauración de la torre. Durante todo ese tiempo no hay documentada la existencia de ninguna otra luz en la zona.
Tras varios intentos de reconstrucción que nunca llegaron a materializar y tras el devastador terremoto de 1755 que destruyó de nuevo la fortaleza, no es hasta 1846, cuando por orden de doña Maria II se construye el “faro del Cabo de San Vicente”. {Este registro consta a la entrada del faro en una placa}.
Placa colocada para recordar gracias a quien se reconstruyó el faro
El faro tiene un aparato catóptrico [sólo usa espejos] que se ilumina con dieciséis lámparas de «Argand» y utiliza el aceite como combustible. Además, cuenta con reflectores parabólicos. Todo el dispositivo óptico gira gracias a un mecanismo de relojería.
No se sabe con certeza hasta que año estuvo en funcionamiento el faro. De lo que si tenemos constancia es de su abandono y del estado en el que se encuentra en el año 1865, ya que las crónicas relatan que la situación del faro es deplorable.
En 1897, dada las precarias condiciones de conservación del faro, se empieza a desmantelar la linterna para iniciar una mejora y reestructuración de la torre. Así, se eleva la altura de la torre 5,70 metros y se retira el aparato catóptrico original. Se pasa a un aparato catadióptrico [usa espejos y lentes] gracias a la instalación de una óptica Fresnel hiperradiante, con una distancia focal de 1330 mm. Se convierte en la mayor óptica instalada en un faro portugués y uno de los diez más grandes del mundo. La fuente de luz la proporciona una lámpara de nivel constante de cinco mechas.
Puerta de acceso a la fortaleza de San VicenteLa pequeña torre con su cúpula roja se yergue sobre el resto de construcciones de la fortaleza