Seguimos compartiendo los fabulosos dibujos que Francis Alemany ha hecho sobre el faro de Melilla. Para aquellos que no recordéis quien es este amigo y colaborador, os diremos que es periodista y trabaja desde hace 30 años en Televisión Melilla. Esa es su faceta profesional, pero la vida cotidiana es mucho más interesante, ya que es un aficionado al dibujo desde la infancia y un defensor a ultranza del patrimonio de Melilla. Por si eso fuera poco, resulta que es uno de los cofundadores en Melilla de los Urban Sketchers USK. Un grupo, que a través de sus dibujos, promociona el patrimonio de su ciudad.
No nos enrollamos más y os mostramos estos preciosos dibujos que tienen como figura principal este faro centenario, ni más ni menos que el “faro de Melilla”. Este año ha cumplido 105 años y Francis ha vuelto a inmortalizarlo.
Os presentamos un dibujo, no es centenario, sino que se realizó para conmemorar el centenario de un faro, el de Melilla. El autor es Francis Alemany. Sobre él os podemos decir que es periodista. Trabaja desde hace 30 años en Televisión Melilla, el canal público de televisión de la ciudad autónoma de Melilla.
Francis es aficionado al dibujo desde que era bien pequeño. Años más tarde, empezó a interesarse por todo lo relacionado de su ciudad, convirtiéndose en un defensor a ultranza del patrimonio de Melilla. Como nos comenta, lo hace a capa y espada, a través de programas, de sus dibujos, etc.
Es uno de los cofundadores en Melilla de los Urban Sketchers USK. Para aquellos que nos sepáis que cuál es la idiosincrasia de este grupo, os diremos que los «Urban», a través de sus dibujos, promocionan por todo el mundo el patrimonio de sus ciudades. En este caso, su grupo se centra en difundir el de Melilla.
Por último, Francis nos comenta que con motivo del centenario del “faro deMelilla” en 2018, realizaron un encuentro en el propio faro y que guarda un recuerdo muy especial de aquel evento. Por eso, lo inmortalizó con el dibujo que aparece en la cabecera de esta entrada.
Queremos agradecerle a Francis que haya compartido con nosotros sus dibujos desinteresadamente y sobre todo, le animamos a que siga difundiendo el patrimonio de Melilla y en especial, el faro, a través de más dibujos.
Este artículo lo han escrito al unísono Maribel Pintos Mota e Isabel Migallón Aguilar. Ambas son melillenses, enamoradas de la historia de su ciudad y especialmente de su emblemático y centenario Faro en el que han tenido el privilegio de trabajar. Además, hay que decir que lo publicaron en los periódicos «El Faro» y «Melilla Hoy».
Faro de Melilla. Más de cien años de historias
Hoy, 7 de agosto, se celebra el Día Mundial de los faros; es un claro homenaje a estas emblemáticas construcciones que tan importante función vienen cumpliendo para marinos y navegantes desde hace siglos.
Cabe citar el de Alejandría mandado a construir en el siglo III a. C. por Ptolomeo I a Sóstrato de Cnido y finalizadas las obras en tiempo de su hijo Ptolomeo II. Siendo el Mediterráneo un mar surcado por distintos pueblos a lo largo del tiempo es fácil pensar que hubiera algún tipo de señalización en las costas para advertir de la existencia de cabos u otros accidentes geográficos.
Antecedentes históricos
En Melilla los primeros datos sobre un faro datan del siglo XVI, en concreto de 1515 en el llamado Torreón del Bonete. Este era de forma circular y tenía cortina pretiles y almenas. Hacia 1527 era conocido como “de las Cruces” y pudo ser reparado por el ingeniero de origen veneciano Fray Gabriel Tadino de Martinengo. Seis años después Sancho de Escalante, maestro de obras, hacía lo mismo con todo el frente de mar.
Mediaba esta centuria cuando Juan de Zurita propuso introducir una notable mejora, para ello planteaba la conveniencia de derribar este torreón, ya que perjudicaba el flanqueo entre los torreones de las Cruces y de las Pelotas. Esto nunca llegó a realizarse del todo, lo único que se llevó a cabo fue la eliminación de las almenas, ya obsoletas para el nuevo periodo de fortificación (renacentista), construyéndose en su lugar un pretil talusado.
Existe constancia que en los primeros años de la siguiente centuria (1604) ya comenzó a denominarse como del Bonete; en tanto que finalizando la misma (1699) era conocido como el Palo del Suplicio porque en dicho lugar se llevaban a cabo ejecuciones.
Finalizando el siglo XVIII vuelve a su nombre primitivo (1764) Torreón del Bonete, por tener una forma parecida a la del gorro usado por eclesiásticos y seminaristas. En 1854 fue cuando se construyó un pequeño faro que en 1903 se llamaba Torre del vigía de mar.
El faro actual
Geográficamente está ubicado en el punto más oriental de la fortificación en el escarpado Frente de Mar, en contraposición al Frente de Tierra, separando este torreón a su vez el Frente de Trápana al norte, bajo las Murallas de las Cruces, del siguiente frente llamado de Levante o del Socorro, emplazado al sur, junto al puerto.
Como se puede apreciar es un edificio de planta rectangular, con patio interior. Muros exteriores revestidos de roca negra del monte Gurugú, conformadas por conglomerados de arenas basálticas. La superficie ocupada es de 144 m2. Las ventanas están coronadas por arcos escarzanos. Alberga una torre cilíndrica que da acceso a la azotea donde se encuentra la linterna.
Durante la visita que giraron en marzo de 1915 varios técnicos para ver el alcance de los daños que había ocasionado el temporal del año anterior en los faros ubicados en esta zona se pensó en la posibilidad de no rehabilitar la Torre del vigía de mar sino de construir un faro nuevo de mayores dimensiones y más consistencia. Capaz de soportar los fuertes temporales de Levante. El proyecto se encargó al ingeniero Manuel Delgado Delgado. Este incluiría también una casa para el farero. La construcción duró varios meses ya que había que adecuar el terreno para esta nueva edificación.
En la noche del 22 de julio de 1918 y tras haber realizado varias pruebas se iluminaba por primera vez el nuevo Faro de Melilla. En ese momento ejercían las labores de fareros Juan Gutiérrez y Pedro López. A partir de entonces, su lente escalonada sistema Fresnel no ha dejado de funcionar ni un solo instante. De su mantenimiento se encarga el personal de la Autoridad Portuaria de Melilla, que tiene asignada su custodia. Hasta 1938, dependía administrativamente de Málaga.
Un edificio de gran belleza, con un emplazamiento espectacular, cuya visión no deja impasible a nadie. Sus muros custodian cientos de historias, guardan los recuerdos de quienes en él vivieron y de quienes han pasado en algún momento de su vida por allí.
Os presentamos una entrada con una acuarela del faro de Melilla dibujada por nuestro amigo Enrique Ordóñez. Vamos a contaros el motivo por el que su dibujo es tan particular.
Enrique es un arquitecto melillense prejubilado, pero la faceta por la que le hemos pedido que colabore con este blog es porque entre sus aficiones se encuentra el dibujo y en particular, la pintura con acuarela. La primera de sus aficiones le viene de tiempo atrás porque como todos sabéis los arquitectos dibujan. Sí, los diseños por ordenador se basan en dibujos trazados a mano, pero lo de la pintura con acuarela es mucho más reciente.
Enrique se ha convertido en un dibujante famoso que se caracteriza por representar los edificios más simbólicos de la ciudad de Melilla, concretamente los que se engloban dentro de la denominada arquitectura modernista. ¡Pero ojo! aquí viene la particularidad de sus láminas; lo hace desde la visión que tenían de esos lugares los melillenses a principios del siglo pasado. Y por si esa característica no os parece suficiente como para hacer únicos sus trabajos, os diremos que además se jacta de no repetir nunca una acuarela. Por ese motivo, consideramos que su obra es diferente a todas las demás.
Enrique se apoya en las fotografías de los edificios proporcionadas por sus amigos para realizar sus láminas. Hay que recordar que desgraciadamente muchos de los edificios que ha plasmado no se encuentran en pie en la actualidad. Se considera un perfeccionista y si podéis observar sus dibujos veréis que ese calificativo no es infundado. Su obra no tiene nada de minimalista sino más bien todo lo contrario, es hiperrealista. Una fotografía creemos que no ofrece tanto detalle como él se esfuerza en reflejar en cada una de sus láminas.
Nos comenta Enrique que tan solo tiene un dibujo del faro, cosa que no nos sorprende si tenemos en cuenta lo que acabamos de comentar [lo de no repetir sus dibujos]. Lo único que podemos objetar a esa afirmación es que en Melilla hay más de un faro por lo que esperamos que algún día saque tiempo y se anime a dibujarlos.
Por último, comentaros que su esfuerzo tuvo el reconocimiento que se merece en forma de exposición. Así, en junio 2016, expuso por primera vez “Pinceladas con historia” en el Real Club Marítimo de Melilla. Posteriormente, le han seguido otras en Madrid y Málaga. La situación que vivimos ha hecho que de momento no haya más exposiciones, pero él sigue dibujando para cuando sea posible poder seguir mostrando su obra.
Hemos incluido dos de las acuarelas que ha escogido el propio Enrique para que podáis apreciar que nuestros halagos hacia su obra son merecidos. Muchas gracias por compartir con todos nosotros tu aportación al apasionante mundo de los faros.
Melilla fue fundada en el siglo VII a. de C. gracias al establecimiento de comerciantes fenicios. Prosperó al ser un punto estratégico en las rutas comerciales del Mediterráneo y tuvo su mayor esplendor hacia el siglo II a. de Cristo.
En la época romana fue conocida como <Rusadir>. También se cree que el nombre de Melilla proviene de <Mellitus>, ya que la zona donde se sitúa la ciudad, era rica en miel y los moradores trabajaban la apicultura. En las monedas de la época aparecen plasmadas abejas, impresas en una de las caras.
La ciudad de Melilla no contaba con un puerto, tan solo tenía un fondeadero, pero no era seguro. El 18 de diciembre de 1902, se creó la Junta de Obras del puerto de Melilla, que comenzó los estudios de redacción del primer proyecto de puerto. El 17 de noviembre de 1904 se dotaba a la Junta de Obras de Melilla del primer reglamento para su organización y funciones. Las obras fueron inauguradas por el rey Alfonso XIII.
En la actualidad, Melilla es una ciudad autónoma portuaria española ubicada en el norte de África a orillas del mar Mediterráneo. El faro se encuentra situado en Melilla La Vieja junto a la Torre de Vigía de mar, en el baluarte de la Batería Baja de la Concepción que hay en la ensenada del puerto. El edificio dónde está situado el faro fue rehabilitado e inaugurado en marzo de 2007. Es la actual sede de la Fundación Melilla Ciudad Monumental.
Descripción
Este faro es uno de los cuatro faros españoles de la costa de África junto con el de Ceuta, el Peñón de los Vélez y el de las islas Chafarinas. Es un edificio de sección rectangular; cuenta con dos plantas de altura. Se proyectó pensando en que fuese habitado por una plantilla de dos torreros, puesto que en un principio se le asignó un aparato de 4.º orden.
Historia
A través de una Real Orden de 25 de febrero de 1859, el Ministerio de Guerra remitió a la Dirección General de Obras Públicas la necesidad de construir en Melilla un faro de 3.er orden. Este faro debía situarse sobre la torre vigía que se había usado hasta la fecha como señal para conocer el puerto de Melilla. El faro de Melilla debía realizarse conjuntamente con el de Ceuta, el peñón de los Vélez y el de las islas Chafarinas.
En 1886, la Dirección General de Obras Públicas propone algunas correcciones a este primer plan. El ingeniero de este proyecto lo presentó a la Junta Consultiva para que lo aprobasen. El proyecto se devolvió el 1 de febrero de 1887 pendiente de reforma.
En 1889, ordena la elaboración de un nuevo proyecto a la misma Jefatura. La reforma se presentó el 27 de septiembre de 1894 incluyendo modificaciones. Así, el faro pasaría a ser de 6.º orden y habría que construir una casa, puesto que la torre en la que se iba a implantar el faro era demasiado pequeña para acoger la vivienda del torrero y el almacén.
La Dirección General de Obras Públicas dispuso el 3 de julio de 1889 que se fijase el faro de Melilla de 6.º orden con una luz fija roja aprovechando la torre, y en el lugar que ocupaba hasta ese momento la luz provisional.
El Plan de alumbrado marítimo de la Península, islas adyacentes y posesiones del Norte de África aprobado por la Real Orden de 01-03-1902 establecía para el faro de Melilla una luz blanca con ocultaciones en grupos de dos.
La construcción del faro se inició en 1900, pero previamente había que reforzar las fortificaciones. Por ese motivo se realizó un proyecto para un nuevo faro y éste empezó a construirse en 1910. El faro finalmente fue inaugurado el 1 de agosto de 1911, momento en el que se sustituyó el antiguo aparato militar de luz roja. La instalación luminosa que se le pensaba instalar se trasladó al faro de Punta Nati en Menorca (Islas Baleares).
El 22 de julio de 1918 se instala en el faro un aparato de 6.º orden con pantallas giratorias y un motor con una autonomía para dieciocho horas.
La Junta de Obras del Puerto de Melilla tiene a su cargo el faro desde 1938, año en el cual la Jefatura de Obras Públicas de Málaga le hizo entrega también de los faros de las islas Chafarinas, isla del Congreso y Peñón de Vélez de la Gomera.
Desde el año 1983, el faro cuenta con un nuevo equipo luminoso eléctrico con reserva de gas de la casa AGA. Además, se aprovechó la antigua óptica Chance Brothers de 1918.
Curiosidades
Debido al retraso en la construcción (más de tres décadas desde que se aprobó), los militares colocaron una luz sobre la torre vigía en la que debía construirse el faro, al igual que ocurrió en las islas Chafarinas.
Vídeo
Fuentes Bibliográficas
Guía multimedia de los faros de España. Puertos del Estado. Ministerio de Fomento.
Libros de Faros y señales de niebla II. Instituto Hidrográfico de la Marina. 2011.