Esta entrada la podéis leer íntegramente en el blog de la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval en el siguiente enlace:
https://blogcatedranaval.com/2013/11/30/
Desde aquí aprovecho para saludar a esos amigos por dejarme colaborar en un blog tan importante como el suyo, puesto que es un referente para todos los alumnos de Información y Documentación y para los investigadores que realizamos nuestras tesis.
Descripción y ubicación
El faro de Cabo de Gata está situado en el cabo del mismo nombre en la provincia de Almería (España). Se encuentra justamente en el límite de la demarcación costera que separa los Departamentos Marítimos de Cádiz y Cartagena. Se levantó sobre el patio central del castillo de San Francisco de Paula, en la colina que los romanos denominaron promontorium charidemi, que podemos traducir como el Promontorio de las Ágatas, debido a la cantidad de piedras semipreciosas que se podían encontrar en los alrededores. Quizás la contracción gramatical de ágata dio origen a su nombre actual.
El faro hoy forma parte del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, que es un espacio marítimo-terrestre que cuenta con 63 kilómetros de costa, con numerosos acantilados y fondos marinos catalogados como los mejores del Mediterráneo.
Historia
El Cabo de Gata está habitado desde tiempos inmemoriales. Fue un lugar de paso de los fenicios hacia Tartesos y el lugar de unión entre los dos continentes del Este del Mediterráneo. Ptolomeo lo incluye en el paso entre Portus Magnum y Baria. Las fuentes romanas informan que en sus playas había cornalinas blancas, ágatas y rubíes entre otras piedras semipreciosas. Durante siglos estas aguas han sido objeto de continuos ataques de piratas de Berbería, por lo que fortificar y artillar este promontorio ha sido una vieja aspiración de sus pobladores.
El castillo de San Francisco de Paula fue construido durante el reinado de Felipe V en la primera mitad del siglo XVIII, y servía como defensa de costa. El castillo fue destruido durante la guerra de la independencia española y actualmente sólo se conserva el muro de la base.
Hay que señalar que el proyecto de construcción del faro tardó más de una década en llevarse a cabo, debido a las diferencias entre varios estamentos, el Ejército, la Marina y el Ministerio de Obras Públicas. Con la construcción del faro se pretendía avisar a los navegantes de la peligrosa Laja del Cabo, un arrecife situado a una milla marítima del mismo.
El proyecto original de construcción fue aprobado el 31 de julio de 1861 por una Real Orden {R.O.}. El 29 de agosto de 1863 se aprueba por otra Real Orden que el 30 de abril de ese mismo año se ilumine un faro de 2.º orden en el Cabo de Gata.
Descripción
El faro cuenta con una torre de 18 metros de altura y se iluminó con una lámpara alimentada en un principio con aceite de oliva. A partir de 1882, se usó la parafina y por último, desde 1902, petróleo. En 1973 entró en servicio un radiofaro y dos años más tarde se modificó la instalación luminosa. Los sistemas de ayuda quedaron terminados cuando en febrero de 1978 se instaló en el faro una sirena de alcance.
La torre actual tiene una planta troncocónica. Está situada en el centro de la circunferencia de la parte curvada del castillo, pero separada del edificio. Actualmente se encuentra en funcionamiento y en perfecto estado. Está considerado como un bien de interés cultural.
Naufragios
La privilegiada situación de este faro tiene como parte negativa que sus costas son peligrosísimas. De hecho, ya en 1613 aparece documentado el naufragio de la galera Patronal Real, que se dejó “un pedazo de la quilla”. Desde entonces han sido muchos los barcos allí encallados.
Enumeramos algunas de las naves de diversas nacionalidades que se han quedado allí varadas: en 1777 un buque napolitano, el San Francisco de Paula; en 1881 dos embarcaciones francesas (Ana Mª y Major); 1896 el inglés South Wales; el Galatz (1900) un vapor francés; en 1901 un laud, el Flamenco; un vapor portugués, el Trazaria en 1917; en 1927 otro vapor francés, el Henry Desmarais. En el año 1928, naufragó el buque checoslovaco Arna, tras colisionar contra la Laja del Cabo. No hubo víctimas gracias a que el buque tardó varios días en hundirse (ver vídeo).
Todo ello sin contar los que yacen allí, embarrancados porque se hundieron como consecuencia de los dos grandes conflictos mundiales del siglo XX, o las múltiples barcas malogradas de pescadores del litoral.
Anécdotas sobre el faro
Entre las curiosidades sobre la historia del faro cabe destacar la ocurrida durante la madrugada del 11 de diciembre de 1917 cuando el capitán del vapor inglés Nellore creyó ver a los torreros del faro emitir señales en código Morse. De las posteriores investigaciones, se dedujo que no eran señales en Morse sino que los torreros estaban limpiando los eyectores de la lámpara. Al menos esa fue la explicación oficial.
El 14 de julio de 1937, en plena Guerra Civil, las instalaciones sufrieron un ataque aéreo produciéndose numerosos daños, a pesar de ello el faro siguió funcionando con normalidad.
Merece la pena visitar el lugar por las impresionantes vistas, sobre todo las puestas de sol y la panorámica de la playa de las Salinas.
Debajo de la colina del faro se puede contemplar el denominado arrecife de las sirenas, que es en realidad el resto de una antigua chimenea volcánica [conducto de unión entre la cámara magmática y el exterior del cráter volcánico], que se vio sometida a un proceso de erosión diferencial. En la actualidad ofrece unas vistas inmejorables del Mediterráneo Sur, y en ella se pueden observar las focas monje, a las que sus antiguos pobladores llamaban sirenas.
Fuentes bibliográficas
Guía multimedia de los faros de España. Puertos del Estado. Ministerio de Fomento, 2003.
Vídeos
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