Hoy os presentamos un bonito poema sobre un faro escrito por la poeta venezolana Cynthia Bustillos.
A continuación transcribimos todo lo que nos ha contado. Pues bien, Cynthia nació en Caracas, en 1973. Estudió Arte en el Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón, egresada en la especialidad de pintura (Caracas). Ha realizado talleres de poesía con Cecilia Ortiz, Edda, Armas, Eugenio Montejo y Patricia Guzmán. Además de la poesía, destaca como pintora, ilustradora de libros para niños y sobre todo como lectora. Toca la flauta dulce. Se define como silenciosa y tímida. Observadora de aves.
En el momento en el que contactamos con ella se encontraba de paso en la ciudad de Rosario (Argentina) en busca de las islas Jónicas. Lugar de residencia: Coordenadas no disponibles en este momento. Marzo, 2022.
El faro y la luna
Chyntia Bustillos Enero 2022
Caminando escucho tus palabras sol
reverberando en el alba
tras el vuelo de charranes y frailecillos
Tus hilos y silencios se filtran
penetrando cada gota adherida
al abismo ámbar de mi boca
plena de bosques
y jaspeados ciervos
Y tú ¿has estado en la torre del faro?
subido hasta su balcón
para ver sobre la costa rocosa
los nidos de charranes árticos
Los crujidos de los escalones de madera
hacen vibrar el espacio
hasta los puntos de sal
de este mar que nos cubre
Ascendemos así en secreto
hasta su cúpula cósmica y
al tocar la inocencia
nos ceñimos a la noche
girando en una danza
que dibuja códigos lumínicos
sobre nuestra piel
con esa luz de ocultaciones
señal que marca
los restos del tiempo
cual volátiles hebras tejidas
enfilaciones
que nos dirigen hasta los blancos huesos
de las ballenas
que cubren la playa
sueños de golondrinas marinas
duermen
entre las valvas
como un último rescoldo de voz
cruzando umbrales
Las briznas doradas de los faros
musitan a las rocas
melismas
oraciones
en una lengua intacta que
para no naufragar
nos lame levemente
por la noches
Entro en tus ojos
como se adentran en el mar
los rayos de la luna
trizas de eternidad
que se estrellan contra los barcos
para también alumbrar
ese tiempo cifrado
que como una salvación
en nuestras miradas
se hunde.