Fareros en Buenos Aires por Carina Carloni (3ª parte)

Nuestra buena amiga Carina Carloni, Cari, sigue narrando la historia del “faro del Palacio Barolo”. Un apasionante faro situado en un palacio. Hoy vamos a conocer las impresiones que extrajo Carina de su visita.

-Fareros en Buenos Aires-

Quiero hacer un humilde relato de mis recuerdos allí dentro. En planta baja, las voces que retumban como ecos, la escultura rescatada, la espera para acceder al infierno de Dante y ascender luego a la eternidad. Mientras tanto saber que el edificio tiene una construcción basada en premisas masónicas: construido sobre el agua que corre, con figuras geométricas en alusión a la masonería, es impresionante, en las paredes hay esculturas de máscaras que son entre risueñas y endiabladas, protectoras o amenazantes.

A través de algunos balcones internos se observa la planta baja, balcones decorados como art decó, con líneas definidas, prolijamente alineados. El edificio, conforme uno va subiendo por los ascensores de época, se vuelve silencioso. En algunos pisos hay oficinas antiguas y modernas; se intenta actualmente mantener la historia de la arquitectura.

Esto me recuerda que: el arquitecto había encargado una escultura de oro macizo para que fuera emplazado sobre los restos de Dante, que nunca estuvieron en la Argentina. Esa escultura quedó varada en el puerto y alguien, de mucho dinero, la obtuvo para su casa y con ella decoró su jardín durante años. Cuando los encargados del Barolo quisieron recuperarla ofrecieron lo que pudieron, no lo lograron. Pasó el tiempo, el dueño murió y su empleada sin saber el valor arquitectónico que poseía la mandó derretir y le dieron el valor en dinero del oro. Se perdió una joya de la arquitectura de la cual, hoy, el Barolo conserva su base y una escultura símil.

El Palacio consta además de patios al exterior, con pequeña puertas con los nombres de los seguidores de Jesús, las puertas no conducen a nada, pero añaden una nueva cuota de misterio.

En los relatos de la guía, se entremezclan historias de romances no correspondidos, asesinatos, fiestas clandestinas; en una época donde era un ámbito de hombres y las mujeres que entraban allí eran, como decían antes: “mujeres de mal talante” para entretener a los hombres. Más adelante se permitió el ingreso a las mujeres y la participación de las mismas.

Conversar con los trabajadores del Barolo es adentrarse en sombras misteriosas, fenómenos extraños que ocurren en las noches, ruidos, portazos, manotazos a los que trabajan allí; ya están acostumbrados. Los que transitaron tan preciado lugar, se niegan a abandonarlo, es atrapante.

Continuará…

Autor: Los faros del mundo

Egresado del primer máster de "Historia y Patrimonio Naval" de la Universidad de Murcia que pretende conseguir y difundir la mayor cantidad de información posible sobre el fascinante mundo de los faros.

2 opiniones en “Fareros en Buenos Aires por Carina Carloni (3ª parte)”

Deja una respuesta