«Las lenguas de doble filo» por RosMary

Os presentamos una hermosa poesía de Rosa, una castellonense afincada en localidad de Peñíscola. Bajo el seudónimo de Rosmary, empezó a escribir cuentos desde pequeña, pero aparcó su inspiración para dedicarse a su familia y trabajo. Aprovechó el confinamiento para retomar su hábito. Así, con un lápiz y cualquier papel escribe para expresar todas sus emociones y sentimientos. Como podéis apreciar es una lástima que no empezará antes.

Rosa está preparando su primer libro de poesía, y mientras llega ese momento os dejamos este aperitivo en forma de verso; dedicado al sol, la luna y al faro de Peñíscola.

   Las lenguas de doble filo
    Rosmary                                      Marzo 2023

El sol se llama Lorenzo 
y la luna Catalina.
El sol tiene nombre de hombre 
y la luna de mujer

El sol sale de día 
para dar luz y calor 
y Catalina de noche sale, 
para dar claridad y compañía

El sol y la luna 
llevan años conociéndose. 
Es un amor clandestino, 
se cruzan y no se ven
Cuando se acuesta Lorenzo
se levanta Catalina,
al igual que una leyenda 
por las calles de Peníscola 
las mujeres de lengua afilada 
de ve, corre y dile 
cuentan que con la excusa del sol, 
Lorenzo era un muchacho opuesto
al igual que la luna Catalina 
una muchacha alegre

Se escapaban por las calles
con silencio recorrían,
entre risas se escondían
y sus primeros besos
detrás del faro, 
en el puerto,
a gloria bendita sabían.
Al igual que el sol y la luna 
su amor también clandestino era 

Lorenzo y Catalina tenían su referente. 
Lorenzo tenía al sol y Catalina a la luna
y para que no se enteraran 
las lenguas de largo filo 
y no hablasen el ve, corre y dile,
ellos sellaron su amor,
de noche,
debajo de las estrellas,
pero sin saberlo nadie
ellos solos 
lo sabían

Se despedían 
con mil besos de mieles,
y cogidos de las manos,
poco a poco se soltaban
Cuando salía el sol,
de día.
Lorenzo se retiraba,
pasando el día
Catalina, la luna, de noche salía.
Y solo ellos lo sabían
y repetían los días
por las calles peñiscolanas,
en silencio recorrían,
entre risas se escondían

El sol se llama Lorenzo
y la luna Catalina
y sus primeros besos
detrás del faro, en el puerto
a gloria bendita sabían.

El cuento 
ya está completo.
Las lenguas de largo filo, 
de ve, corre y dile
ni por un asomo saben
que Lorenzo no es el sol 
ni Catalina la luna. 
Esta es otra faceta de Rosmary, desconocida para muchos